El entrenador argentino Jorge Sampaoli ha manifestado, en su presentación como técnico del Sevilla, que su deseo al llegar a un equipo que ha logrado "objetivos importantes" en los últimos años es "transmitir una idea para que éste siga siendo una institución respetada en todos los estadios del mundo". Sampaoli, que confirmó la presencia del entrenador vasco Juanma Lillo en su cuerpo técnico, ha confesado que "no se puede garantizar" repetir los éxitos de Unai Emery, su antecesor, porque "fue una etapa gloriosa" pero desea "hacer feliz a la afición, si es posible dándole títulos como ocurrió en otras partes". El técnico argentino confía en que "el Sevilla repita" el esquema de los últimos años porque "se ha ido reconstruyendo y le ha ido bien" pero también espera que sus futbolistas se muevan por "amor a la camiseta", un valor que "está tan distante de la realidad en estos momentos". A pesar de ello, ha asegurado que resulta "exagerado decir que Krychowiak", recién traspasado al PSG, sea "prescindible" pero ha recordado que "este equipo ha vendido últimamente", si bien espera "que se quede Gameiro" aunque "tiene una cláusula" y él desea "jugadores comprometidos". En este sentido, el nuevo técnico sevillista espera que el ucraniano Yehven Konoplyanka "dé este año mucho más que el año pasado, él tiene esa ilusión", ha dicho, tras lo que ha apostillado: "Si se suelta, será bueno para todos. Es un futbolista que partiendo de la banda hacia el centro, puede hacer muchos goles". El preparador rosarino ha admitido que lo primero que le dijeron fue "la rivalidad tan grande que había con el Betis. Es un clásico importante para la gente del Sevilla", ha señalado. No obstante, ha recalcado que su primera tarea es "llegar en condiciones para competir en agosto con dos finales frente a Real Madrid y Barcelona".