El Real Madrid terminó de preparar la visita al Sevilla para disputar en el Sánchez Pizjuán el partido aplazado por la final de la Copa del Rey en una sesión en la que Zidane juntó a todos sus jugadores disponibles, con Isco trabajando de nuevo en el grupo tras recuperarse del esguince de hombro sufrido en el Allianz Arena.
El galés Gareth Bale se ausentó con permiso del club para el nacimiento de su tercer hijo y no viajará a Sevilla al tener que cumplir un partido de sanción tras recibir su quinta amarilla en Liga en el clásico del Camp Nou.
La buena noticia la dejó el portugués Cristiano Ronaldo, que día y medio después de lesionarse el tobillo derecho, en el que sufre un leve esguince, ya saltó al campo de entrenamiento para caminar y dar movilidad a su articulación, como desveló Zidane sorprendido en rueda de prensa. Dani Carvajal, por su parte, prosiguió en solitario con su plan de recuperación sobre el césped.
El técnico madridista confirmó que tendrá a todos sus jugadores en perfectas condiciones para la final de la Liga de Campeones. "No van a llegar justos a la final, lo van a hacer al 150 por ciento".
"El que más preocupaba es Cristiano porque se lo acaba de hacer, hace 48 horas pero va bien, camina con normalidad. Isco ha entrenado con nosotros y a Carva le falta un poco pero ya está en campo, aún no ha entrenado con nosotros pero físicamente está trabajando bien", manifestó.
Ante las ausencias de tres jugadores de la primera plantilla, Zidane reforzó su grupo de trabajo con la presencia del portero juvenil Darío, más los canteranos Álvaro Tejero, Óscar Rodríguez y Luismi Quezada.