El Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha suspendido la exención de aranceles a la importación de acero y aluminio de la Unión Europea, Canadá y México, como parte de la estrategia comercial proteccionista impulsada por el Presidente Trump. Lo ha anunciado en una conferencia telefónica con los periodistas el Secretario de Comercio norteamericano Wilbur Ross: "Hemos decidido no extender la exención para UE, Canadá y México, por lo que estarán sujetos a los aranceles del 25 % y 10 %". La medida entrará en vigor el 1 de junio.

Ross ha anunciado que las conversaciones que mantiene con la Unión Europea no han sido suficientes para mantener las exenciones temporales. Además, ha recordado que las negociaciones con sus socios en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, Canadá y México, se han alargado más de lo que esperaban, razón por la que ambas naciones quedarán sujetas también a aranceles. No obstante, el Gobierno norteamericano ha anunciado que están dispuestos a seguir negociando con todas las partes.

El primero en responder a esta decisión ha sido el Ejecutivo mexicano, que ha explicado que impondrá tarifas similares a diversos productos, como los aceros planos, las lámparas o los productos cárnicos procedentes del cerdo, además de otros alimentos como las manzanas, uvas, arándanos y quesos, que el país azteca importa desde los Estados Unidos.

Las medidas proteccionistas y limitadoras del libre comercio fueron uno de los pilares clave de la campaña presidencial de Donald Trump, ante la pujanza comercial de China, principal origen de las importaciones norteamericanas. Unas políticas que contrastan con las que tradicionalmente han mantenido sus antecesores en el cargo, que habían hecho de la libertad comercial uno de los pilares de la política económica norteamericana.