Los sectores críticos de IU han pedido a la dirección de Alberto Garzón que se aplacen hasta después de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019 las reformas de organización y estatutos, para que no se solapen con la negociación de la confluencia con otras fuerzas políticas.

La petición la realizaron este pasado lunes los representantes de IU, sí, con+fuerza y de Izquierda Abierta, durante la reunión de la comisión colegiada federal de IU tras conocer las propuestas de normas y reglamento que la dirección federal llevará el próximo sábado a la Asamblea Político y Social de la formación de izquierdas.

La propuesta, según el borrador al que ha tenido acceso Efe, es que el sábado se acuerde que el 14 de julio de 2018 se celebre una asamblea federal estatutaria para abordar un nuevo modelo organizativo, dando cumplimiento al mandato de la XI Asamblea federal, que lo aprobó así en 2016.

No obstante, los críticos creen que no es momento de empezar a acometer una importante reforma organizativa cuando aún se están negociando las alianzas con Podemos y otras fuerzas políticas para concurrir en coalición a las elecciones.

"Plantear una profunda reforma organizativa al mismo tiempo que se negocian posibles confluencias con Podemos y otras fuerzas, y candidaturas y programas, no parece que nos pueda situar en las mejores condiciones. En tiempo de tormenta, no hacer mudanza", señalaba en Twitter el secretario federal de Empleo y Modelo Productivo de IU, José Antonio García Rubio.

Su voz no es la única que se ha alzado contra los planes de la dirección.

El diputado valenciano Ricardo Sixto critica que esos plazos conducen a "una asamblea exprés", en la que sólo podrán participar 250 delegados de todo el Estado y en la que no tendrán "tiempo material para hacer debates en condiciones y presentar las enmiendas desde las asambleas de base".

Así lo expresan en un comunicado de militantes de base los firmantes del manifiesto "Por una IU soberana", que rechazan los planes para "disolver la estructura federal" de la organización, que, en su opinión, quiere emprender Garzón.

En el comunicado explican que "según la dirección solo podrán debatirse aquellas enmiendas que no contradigan lo aprobado en la última Asamblea, lo que reduce el carácter democrático, ya que es el máximo órgano de IU y es soberana para modificar todo lo que haya aprobado otra asamblea anterior".

Así, añaden, el próximo sábado la Asamblea Político y Social, que no es un órgano con capacidad ejecutiva, aprobará los documentos que pasarán al proceso de enmiendas y votación, y ningún otro pasará el filtro "dada la mayoría aplastante que tiene Garzón".

"Garzón se conforma con este proceso como el coordinador de la imposición no del debate plural. Nunca se había producido en IU un debate tan teledirigido", "este tipo de asamblea supone la asfixia total a la pluralidad, un rasgo que hasta ahora había sido distintivo de IU", subraya Sixto.

En el comunicado, los críticos vuelven a rechazar la nueva propuesta de la dirección federal "que pretende disolver la estructura federal de IU para convertirla en una organización centralista": "Así que, cuando en una federación salga mayoritariamente algo que no les guste, se someterá a sufragio universal", concluyen.

El borrador del documento que se llevará a la Asamblea Político y Social de IU este próximo 12 de mayo plantea las normas y el calendario para llevar a cabo una reforma organizativa y una modificación de los estatutos que se aprobarían en una asamblea extraordinaria el 14 de julio de 2018.