Dar tiempo al Ejecutivo de Pedro Sánchez a adoptar sus primeras medidas. Esta es la razón por la que la Junta de Portabvoces, con la oposición del PP, ha acorddo aplazar al menois una semana la primera sesión de control al nuevo Gobierno. 

No habrá sesión de control pero sí pleno ordinario el próximo martes por la tarde con el debate y votaciones de proposiciones de ley, no de ley y mociones.

A la salida de la reunión, la nueva portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha explicado que había cierto consenso entre los grupos de que era "absurdo e ilógico" que los ministros se sometieran al control del Congreso menos de una semana después de tomar posesión, aunque fuera por mera cortesía parlamentaria.

No obstante, los diferentes ministros del nuevo gabinete socialista ya están solicitando comparecer ante las respectivas comisiones del Congreso para exponer su plan de trabajo y los objetivos de su departamento.

Comparecencias que podrían celebrarse a lo largo de este mes de junio, aunque dependerá de las agendas de cada una de las comisiones.

Lastra ha avanzado que el PSOE llevará al pleno de la semana que viene su proposición no de ley para que todos los operadores jurídicos, como jueces o fiscales, tengan formación en violencia machista, una iniciativa "en consonancia con el Gobierno feminista" de Sánchez.

El aplazamiento de la sesión de control ha sido duramente criticado por el portavoz del PP, Rafael Hernando, que ha reprochado que el resto de grupos se hayan puesto de acuerdo para evitar que Sánchez sea controlado por la Cámara de donde procede la "legitimidad de su Gobierno".

"Este Gobierno está muy capacitado para ir a los medios de comunicación, algunos para decir que no saben lo que van a hacer, pero no para dar explicaciones aquí", ha denunciado Hernando, que ha anunciado que su grupo pedirá la comparecencia inmediata de todos los nuevos ministros en comisión.

Hernando ha recordado que la semana pasada esos mismos grupos parlamentarios se negaron a que se suprimiera la sesión de control a pesar de que al día siguiente se debatía la moción de censura contra Mariano Rajoy.

A su juicio, Sánchez quiere "ocultar" los "cromos" que ha intercambiado con los partidos independentistas para que le dieran su apoyo en la moción de censura.

Por contra, grupos como el PNV consideran que la sesión de control del nuevo Ejecutivo sería algo "prematuro", mientras que Ciudadanos ha asegurado que, de momento, "no hay nada que controlar" toda vez que los ministros todavía no han podido realizar su trabajo.

En cualquier caso, el PP será a partir de ahora el partido que más preguntas orales pueda formular al Gobierno en las sesiones de control.

Según el reparto que se acordó al inicio de la legislatura, al PP le corresponden nueve preguntas -una de ellas al presidente del Gobierno- y una interpelación a un miembro del Ejecutivo.

No obstante, el PP, como había hecho el PSOE en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, ha estado renunciando a la mayor parte de su cupo de preguntas mientras Mariano Rajoy ha estado en el Palacio de la Moncloa, algo que podrían repetir ahora los socialistas con el Ejecutivo de Sánchez.