El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha afirmado hoy que la oposición "está echada al monte" porque quienes hablan de la nueva política "descubren lo más viejo: el enfrentamiento", y auguró un otoño "muy hostil" hacia el Gobierno socialista.

En un encuentro con militantes y simpatizantes del PSOE en La Palma, el también ministro de Fomento afirmó que sólo el Partido Socialista tiene el discurso "de la unión, de tener ambición de país", y aseveró que el gran drama del PP es que "se le revocó como responsable de una red de corrupción pero no lo quiere asumir".

"Puedo entender que estén como están tras verse sin liderazgo y con un partido dividido", añadió el dirigente socialista, quien por esa situación pidió al PP "menos humos", porque "están rotos, mancillados y lo quieren cubrir todo con ver quién es más duro con el Gobierno".

En relación a Ciudadanos, opinó que "es un trenecito de plástico sobre las cuerdas y cuando le cambiaron la vía descarriló porque no tenía proyecto ninguno ni más estrategia que dejar agonizar a su querido socio, el PP, dejar que muriera desangrado y luego como un parásito heredar".

Tanto PP como Ciudadanos "están desnortados" tras la moción de censura "contra la que no supieron cómo reaccionar" y ahora la alternativa al PSOE la están haciendo "al modo antiguo: ver quién le zurra más duro al Gobierno", sostuvo Ábalo.

Se trata de "una liga" para ver cuál de los dos es más de derechas, lo que llevó al secretario de Organización socialista a preguntarse "dónde está la expectativa de centralidad de Ciudadanos porque en lo que es dar leña al mono está al mismo nivel que el PP".

Sus argumentos son "la descalificación personal e ir a la cacería" y jamás usarán las ideas se hable de terrorismo o se hable de inmigración, y por ello el dirigente socialista consideró que el Gobierno va a tener presión por parte de estas derechas "para minar moralmente".

Sin embargo el Gobierno de Pedro Sánchez tiene "problemas y desafíos" que atender y uno de ellos es "permanente", Cataluña, donde en otoño "puede haber por ahí alguna amenaza".

Defendió la política de diálogo continuo del Ejecutivo central y por ello opinó que en Cataluña se ve claro, o encarar el conflicto o "meterle más gasolina, más leña", y el PSOE ha elegido la vía de sentarse a hablar siempre dentro del marco de la constitucionalidad y la integridad territorial de España, no la de querer "señalar continuamente al antagonista".