Con ocasión de la carta publicada este miércoles por más de 260 investigadores y técnicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), en la que denuncian los problemas administrativos y burocráticos que están frenando la actividad de importantes líneas de investigación del país debido a los límites de gasto impuestos por el Gobierno, ha sido entrevistado en ‘Herrera en COPE’ Julio Cárabe, investigador del Ciemat y primer firmante de la misiva.

Según ha explicado Cárabe, son tres problemas los que limitan principalmente la actividad investigadora del Ciemat y de otros centros públicos. En primer lugar, critica “que los presupuestos tienen un nivel más bajo del que tenían en 2008”, así como el “techo de gasto impuesto por las dificultades para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado”. En segundo lugar, denuncia las “condiciones precarias” de una parte del personal y, por último, la batería de “medidas de fiscalización y control que afectan a todos los centros públicos y que están diseñadas para centros de carácter administrativo” pero que, a su juicio, “no se adaptan a la dinámica de los centros de investigación”.

“Eso hace que no podamos cumplir con la misión que tenemos”, ha dicho. Según ha explicado el primero de los científicos firmantes, están al borde del colapso porque la jubilación les llegará en 8 o 10 años y no tienen la seguridad de que las “personas que vienen detrás puedan hacerse cargo de las líneas de investigación”. Además, ha denunciado que parte de los investigadores concatenan contratos temporales, de modo que cuando llega su vencimiento las líneas de investigación continúan sin ellos. Cárabe ha dicho que esto no afecta exclusivamente a profesionales con poca experiencia, “de 25 años”, sino a científicos de “cuarenta y pico con tres hijos”, ha ejemplificado.

Pese a las dificultades a las que se enfrentan, Cárabe ha dicho que están “trabajando más si cabe” porque entienden que su “trabajo es necesario para la sociedad” y quieren “seguir haciéndolo”.