El vizcaíno Jon Rahm, el grancanario Rafa Cabrera Bello y el guipuzcoano Adrián Otaegui han terminado bajo par (con números rojos) y siguen en competición después de su segunda jornada del Campeonato de la Asociación de Profesionales de Golf de Estados Unidos.

La segunda ronda del Campeonato de la PGA, que se que se disputa esta semana en Bellerive Country Club, a las afueras de San Luis, Misuri, se ha suspendido a mitad de la tarde como consecuencia de las tormentas. Alrededor de la mitad de los competidores tendrán que regresar al campo a primera hora del sábado para determinar su suerte.

"Ha sido una ronda muy luchada. Cada vez que fallas es muy difícil remontar", comentó Rahm al final de una ronda accidentada, con un bolazo en la cabeza a un espectador en el primer hoyo y un golpe de penalidad por golpear accidentalmente la bola con el pie, que ha terminado con cinco bajo el par, a cinco golpes del estadounidense Gary Woodland (-10), líder de las dos primeras jornadas.

Woodland, que aspira a ganar su primer grande, ha logrado las mejores primeras dos rondas de la historia del Campeonato de la PGA, con 64 golpes (-6) y 66 golpes (-4), que suponen un total de -10, un golpe por delante de su compatriota Kevin Kisner (-9).

El veterano estadounidense Tiger Woods, ganador de 14 grandes, continúa demostrando sus posibilidades de volver a conquistar un major a sus 42 años. En su regreso al PGA Championship, después de una ausencia de dos años como consecuencia de las lesiones, el "Tigre" ha terminado la segunda ronda con -4, entre los veinte primeros de la clasificación.

Los primeros puestos están copados por estadounidenses. Brooks Koepka (-8), ganador de las últimas dos ediciones del Abierto de Estados Unidos, y Rickie Fowler (-8) se encuentran a dos golpes del líder, y el número uno del mundo, Dustin Johnson (-7), está un golpe por detrás. Cerca de ellos, destacan el sudafricano Charl Schwartzel (-7), el belga Thomas Pieters (-7), el irlandés Shane Lowry (-7), el italiano Franceso Molinari (-5), flamante ganador del Abierto Británico, y el joven español Jon Rahm (-5).

El joven golfista de Barrika, que llega a este cuarto grande de la temporada en el séptimo puesto del ránking mundial, ha aprovechado su décima participación en un major para anunciar su compromiso con la estadounidense Kelley Cahill, con la que celebrará dos bodas, una en España y otra Estados Unidos.

El recientemente casado Rafa Cabrera Bello aprovechó el comienzo de la segunda jornada para recuperar el terreno perdido durante el comienzo de la competición y se anotó tres birdies para ponerse con dos bajo el par en la mitad de la tabla de clasificación. Cabrera Bello tendrá que terminar los ocho hoyos de su segunda ronda el sábado de madrugada.

"Estoy muy contento. He jugado mucho mejor los tiros a bandera y he metido buenos putts de cinco a seis metros", dijo Adrián Otaegui, que ha logrado remontar también un resultado adverso de +3 del primer día y ha terminado con un golpe bajo par su primera actuación en un grande.

"Sabe mejor todavía después de lo de ayer. Creo que tengo margen de mejora para el fin de semana", comentó animado el "Pirata" Otaegui de cara a las dos últimas jornadas del Campeonato de la PGA.

El castellonense Sergio García (+1) y el cacereño Jorge Campillo (+12), que jugaban respectivamente su 78º y su segundo grande, se encuentran de momento fuera del corte para el fin de semana, que estaba en el par en el momento de la suspensión.

"Así es el golf. Es muy difícil jugar bien cuando no le das a la bola ni de cerca dónde quieres", dijo desanimado Campillo, que se ha estrenado este año en los grandes con su primera participación en el Abierto Británico en Carnoustie.

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García, ganador del Masters de Augusta de 2017, tendrá que esperar al sábado para determinar si acaba con la racha de cuatro grandes consecutivos sin pasar el corte y deja de alejarse de los primeros puestos del ránking mundial y de la posibilidad de formar parte del equipo europeo de la Ryder Cup, la competición bienal entre Estados Unidos y Europa que se celebrará a finales de septiembre en París