Ha habido mucha polémica estos días sobre la reapertura de la mina de Touro-O Pino que ha solicitado Cobre San Rafael. La tensión ha aumentado este fin de semana con la manifestación multitudinaria que recorrió las calles de Santiago. Un centenar de colectivos participaron en ella, procedentes no sólo del entorno de la mina, sino también de la Ría de Arousa por temor a que la explotación pueda afectar por arrastre de los ríos a los bancos marisqueros.

Desde la empresa niegan que el suyo sea un proyecto peligroso. "Tenemos que cumplir la legislación española y europea, que son de las más exigentes del mundo", explica en Cope Pablo Núñez, director de Exploración del proyecto. "Ninguna administración autorizaría un proyecto que contaminase y mucho menos que pusiese en peligro la salud de las personas", añade.

La empresa defiende que su intención es trabajar "a circuito cerrado y con vertido cero" y por ello "los efectos al medio ambiente van a ser nulos". Además Núñez recalca que los materiales que no utilicen irían a un depósito sólido, con lo que "la afección a la ría de Arousa sería imposible".

Cobre San Rafael subraya, además, la importancia que tiene para la economía española la extracción de cobre. Es un material esencial para el desarrollo de las energías alternativas. "Un coche eléctrico necesita tres veces más cobre que uno convencional", explica Pablo Núñez.