El español, de 28 años, es uno de los 36 futbolistas pertenecientes a las plantillas de Real Zaragoza y Levante en 2011 que serán juzgados por el presunto amaño del partido disputado entre ambos equipos en el mes de mayo de ese año.

También se sentarán en el banquillo cuando se abra el juicio oral, en seis meses aproximadamente, el mexicano Javier Aguirre, entonces técnico del Zaragoza; Antonio Prieto, director deportivo; los directivos Javier Checa y Francisco Porquera; y el expropietario del equipo aragonés, Agapito Iglesias.

"Como ya dije en 2014 cuando el tema salió primero a colación, no he tenido nunca ni tendré involucramiento alguno en el amaño de partidos de fútbol", aseguró el futbolista español a través de un comunicado.

"Si alguna vez me llaman a declarar en un juicio oral, estaré encantado de hacerlo porque mi conciencia está totalmente tranquila. Amo el fútbol y creo en el juego limpio, tanto dentro como fuera del campo", añadió.

El partido de LaLiga bajo sospecha acabó con victoria del Real Zaragoza por 1-2 sobre el Levante, y el equipo maño, con esos tres puntos, certificó su permanencia en Primera División. El Deportivo de La Coruña, por contra, fue el principal perjudicado por este supuesto amaño, ya que descendió a Segunda División.