Ambos franciscanos son custodios de los Santos lugares en Israel y Palestina. Fray Eugenio Alliata es arqueólogo del Studium Biblicum Franciscanun de Jerusalem, encargado por los Franciscanos del seguimiento de las obras Profesor Arqueología Cristiana en la Universidad de Jerusalém y no podía reprimir la emoción al recordar lo vivido, "fue un momento muy emocionante, no había muchas personas, unas 50 personas y solo cuatro o cinco personas cada vez".

Por primera vez en siglos un grupo de científicos ha destapado la superficie original de lo que tradicionalmente ha sido considerada la tumba de Jesucristo. Situada en la Iglesia del Santo Sepulcro en la ciudad vieja de Jerusalén, la tumba ha estado cubierta de un revestimiento de mármol al menos desde el año 1555 a.C., o probablemente siglos antes.

"Cada uno puede ver que el marmol ha sido elevado y que había otro marmol más antiguo mal conservado pero se veía claramente la roca original el banco en el que fue puesto" dice fray Eugenio que espera revelaciones "200 años después , ahora hay más tecnología, ultrasonido, ondas electromagnéticas, que en las primeras aperturas y es posible conocer mejor la situación arqueología del lugar".



Fray Enrique Bermejo es un salmantino que ha tenido la oportunidad de hacer fotos de la tumba de José de Arimatea donde fue enterrado Jesús, "no sé como saldran esas fotos. Se ve en la parte derecha según se entra en la tumba, una especie de canalillo para que saliera el líquido cuando se descomponía el cuerpo, se ha visto más de lo que esperábamos".

Ambos frailes han sido privilegiados, pero a partir de ahora "se va a dejar una ventana para que se pueda ver la cámara sepulcral" anunciaba fray Enrique.