Esa noche el terror volvía a apoderarse de las calles de Londres cuando poco después de las diez de la noche,una furgoneta iba directo a por un grupo de viandantes en una popular zona de bares y restaurantes. Después de atropellar a varias personas, tres hombres salieron del interior del vehículo, armados con cuchillos, atacando a toda persona que se cruzara en su camino.
ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Alejandro Martínez Saura
El joven murciano se encontraba aquel 3 de junio trabajando en Londres y por desgracia le tocó vivir esa terrible situación. “Nunca olvidaré aquella noche, cada día tengo más fuerzas e intento borrarlo de mi mente”, asegura Alejandro.
Vivir un suceso de tal magnitud puede llegar a dejar secuelas imborrables que acompañan durante toda la vida a quienes viven una situación así y no consiguen pasar página. “Yo estaba trabajando en un restaurante cuando de pronto entraron los dos terroristas y empezaron a apuñalar a todo el mundo”
El tiempo todo lo cura y poco a poco voy olvidando lo que ocurrió en el atentado de Londres
Para escapar de las puñaladas que lanzaban los terroristas, Alejandro tuvo que subir por un tejado y saltar un muro de unos 5 metros de altura. “No me dio tiempo a reaccionar, lo último que vi fue como lanzaban una puñalada a una chica de unos 17 años”, afirma.
“Cuando recuerdo a Ignacio Echeverría siento mucha rabia y mucha impotencia, se que ocurrió cerca de donde yo trabajaba es injusto encontrar la muerte cuando intentas salvar a otra persona”, lamenta el joven.