Laurent Simons tiene tan solo 8 años. Nació en la ciudad belga de Brujas y a su corta edad ya va a ir a la universidad. Todo ello después de terminar la educación secundaria en tiempo récord: tan solo en dos años. En ese año y medio ha conseguido lo que el resto de alumnos consigue en seis: finalizar la educación secundaria y graduarse para acceder a la universidad. 

Una persona normal tiene una inteligencia media de entre 90 y 110. El pequeño Simons posee 145, rompiendo todos las medias, ya que no se pueden alcanzar más puntos en una prueba de coeficiente intelectual. Solo el 2,5% de las personas de todo el mundo tienen un coeficiente intelectual de más de 130 cumpliendo, los requisitos que tiene un superdotado. El va más allá.

Simons realizó la mayoría de sus estudios desde casa ya que la escuela lo "frustraba". Los profesores ya le enseñaban lo que sabía y su ritmo de aprendizaje era mucho mayor que el del resto de sus compañeros.

Su historia está repleta tanto de alegrías como de momentos complicados, en especial, en lo que respecta a integrarse con los niños de su edad. Tuvo problemas para jugar con otros niños cuando era aún más pequeño y nunca ha estado interesado particularmente por los juguetes.

Si bien Laurent todavía es muy pequeño, la decisión de empezar la universidad no es una preocupación para su familia, lo único que quieren es que su hijo "sea feliz". Simons tiene un especial interés por las matemáticas, lo que a él más le gusta. Todavía no tiene muy claro si quiere ser astronauta o cirujano. Por ahora se decanta por el mundo de la informática.

La historia de este nuevo prodigio de Brujas está recorriendo el mundo. Es más, ya le catalogan como el genio de Brujas y lo comparan con figuras como fueron Isaac Newton o Albert Einstein.