Jordi Turull, Carme Forcadell y los ex consellers Raúl Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa, han salido del Supremo, inmediatamente después de que terminara la vista en la que se ha estudiado su posible ingreso en prisión preventiva, para ir a comer mientras el magistrado fundamenta esta decisión.

El juez Pablo Llarena, instructor del caso abierto por el "procès" en el Supremo, que les había citado para hoy, ha celebrado una vista para escuchar a las acusaciones sobre la posibilidad de decretar prisión provisional para ellos o mantenerlos en libertad bajo fianza.

La vista ha durado aproximadamente dos horas y durante ella tanto el fiscal como la acusación popular y el abogado del Estado han pedido prisión para todos.

Los abogados de los comparecientes han querido dejar claro que la no comparecencia hoy de Marta Rovira no debería perjudicarles, según ha informado Vox.

Las mismas fuentes de la acusación popular han relatado a los medios que las declaraciones de los comparecientes se han centrado en que no renuncian a sus objetivos políticos, en que se trata de una causa que enjuicia ideas políticas y además en que son partidarios de que haya una negociación con el Estado.

Concretamente Rull ha tenido un pequeño incidente con el magistrado tras denunciar que diferentes medios adelantan las resoluciones de este procedimiento, incluso alguno citando como fuente el PP. Llarena ha dejado claro que nunca ha filtrado ninguna información.

A ello Rull ha añadido que tenía la sensación de que estaba ya todo escrito, y el juez le ha respondido que bajo ningún concepto es así.

Después de este desarrollo de la vista el magistrado ha decretado un receso de unas dos horas mientras adopta la decisión. Los comparecientes han pedido salir a comer y así lo han hecho, mientras eran seguidos por las decenas de periodistas concentrados a la entrada del Supremo.