Sara Buesa, hija del político socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA en 2000, ha señalado hoy que está de acuerdo con que los presos cumplan sus penas cerca de sus hogares, pero "jamás", ha lamentado, los familiares y allegados de los etarras han trasladado un mensaje "empático" hacia las víctimas.

Buesa ha comparecido hoy, a petición del PSE-EE, en la Ponencia sobre Memoria y Convivencia del Parlamento Vasco, en la que participan todos los grupos políticos excepto el PP, que considera que este foro no persigue deslegitimar el terrorismo.

El objetivo de la Ponencia es buscar amplios consensos en torno a la memoria, la convivencia, las víctimas, la deslegitimación del terrorismo, la política penitenciaria, la paz, la libertad y los derechos humanos.

Al término de su intervención, Sara Buesa ha señalado que cualquier reivindicación sobre las personas que han cometido crímenes "debe ir acompañada de un mensaje contundente, claro y explícito de rechazo de dichos crímenes".

"No se puede construir convivencia manteniendo un lenguaje ambiguo y poco claro. No hay nada que resulte más doloroso y ofensivo para una víctima que escuchar mensajes que legitimen y justifiquen la violencia", ha recalcado.

Ha opinado que la reparación demanda además que los victimarios asuman la responsabilidad de los hechos cometidos y de sus consecuencias y en este sentido ha recordado que aún hay cerca de 300 asesinatos de ETA cuyos autores se desconocen.

Pero también la hija de Fernando Buesa ha opinado que la reparación tiene que hacerse extensiva a "todas las víctimas del signo que sean".

Ha matizado, no obstante, que no se debe hacer un tratamiento global de todas las violencias de distintos orígenes, sino que tiene que haber un análisis específico y profundo de cada expresión violenta y de sus particularidades. "Solo así se podrá construir un relato con rigor", ha recalcado.

En su opinión, la existencia de contraterrorismos ilícitos o de abusos policiales no debe emplearse como justificación de la violencia de ETA, del mismo modo que la existencia de ETA no justifica el GAL.

Sara Buesa ha recordado que durante años la sociedad vasca ha convivido a diario con mensajes y simbologías explícitas de apoyo al terrorismo y hoy en día, aunque ya no se hace abiertamente apología del mismo, "todavía hay actitudes que lo legitiman" como los mensajes y pintadas que aparecieron por las calles del País Vasco tras la disolución de ETA dando gracias a la banda terrorista.

"Todavía hay un importante trabajo de deslegitimación por hacer", ha incidido tras reclamar un pacto social y político en Euskadi por la memoria y la convivencia en el que todos los partidos y el conjunto de la sociedad se involucren para construir un futuro basado en valores sólidos.