Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han constatado que la presión migratoria en el entorno de la frontera con Ceuta está provocando casi acercamientos diarios al vallado de grupos de inmigrantes subsaharianos que esperan en el lado marroquí.

Fuentes policiales consultadas por Efe han asegurado que estos inmigrantes están asentados en los bosques de Beliones más próximos a la valla ceutí y se estima que el número suele variar entre las 1.500 y las 2.000 personas.

Los inmigrantes están provocando acercamientos en pequeños grupos a la doble valla, que en muchas ocasiones no se traducen en intentos de saltos al desistir del mismo como consecuencia de la vigilancia policial a uno y otro lado de la frontera.

Las fuentes han asegurado que el último intento se produjo en la madrugada de ayer cuando un grupo de unos 50 inmigrantes subsaharianos intentó entrar en Ceuta por el mismo lugar por el que el 6 de febrero de 2014 lo intentaron otros compatriotas y quince de ellos fallecieron en la peor tragedia migratoria de la ciudad.

Según han informado hoy a EFE fuentes de la Delegación del Gobierno, el intento se produjo a las 05.30 horas de la madrugada cuando los inmigrantes intentaron acceder a la ciudad por el espigón del Tarajal.

La rápida intervención de las fuerzas de Marruecos así como de la Guardia Civil -que cerró los accesos a la playa con unas compuertas instaladas- imposibilitó que los inmigrantes lograran acceder a la playa.

Los 50 inmigrantes pudieron ser contenidos por los agentes marroquíes sin necesidad de que la Guardia Civil tuviera que intervenir en el nuevo intento.

Los inmigrantes, en esta ocasión, no optaron por el salto de la valla sino por el lugar donde unos 250 inmigrantes lo intentaron, hace ahora cuatro años, y quince de ellos murieron ahogados.