El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, ha criticado hoy el "festín mediático" que, a su juicio, está teniendo lugar en España entorno a varios procesos y resoluciones judiciales.

Durante su discurso de clausura de las VI Jornadas de Derecho Procesal en Barcelona, Barrientos ha incidido en los procesos judiciales de "singular o inusitado interés social" que "suelen ir acompañados de un intenso seguimiento mediático", y ha señalado ciertos "comportamientos" que se "pueden y deben evitar".

En este sentido, ha apelado a los servidores públicos, a los que ha pedido "ser conscientes de los intereses a los que sirven", y ha asegurado que facilitar ciertas informaciones a los medios de comunicación puede producir "un grave perjuicio a terceros" y, en ocasiones, "el fin del proceso" judicial.

El presidente del TSJC ha señalado que algunos "comportamientos contribuyen a este escrutinio público" y cree que pueden evitarse, como el hecho que, desde "un cuerpo policial" y durante una investigación en curso, se llegue "a aseverar a los medios la atribución cierta de la autoría de uno de los acusados".

Según su criterio, también "pueden y deben evitarse" hechos como la difusión temprana a los medios de información de detalles de casos que afectan a menores, o que declaraciones sumariales prestadas por personajes populares queden alojadas en internet "accesibles para todo el mundo", a pesar de las condiciones de reserva "en esa fase del proceso".

Barrientos ha tachado de "festín mediático" la situación vivida en España entorno la desaparición y muerte del "niño Gabriel", y ha considerado que "no fue adecuada la exposición" pública y mediática de este caso.

En su opinión, la ciudadanía elaboró un "juicio de autoridad" contra la autora confesa del crimen y esto convirtió el proceso "casi en un juicio social o paralelo".

El presidente del TSJC ha subrayado: "En la eventualidad que un juicio lleve a consecuencias que se desvían de la opinión social", la ciudadanía "deja de indentificarse" con el poder judicial, "como se ha visto recientemente", lo que supone un "cuestionamiento que no se puede permitir".