El fiscal general del Estado en funciones, Julián Sánchez Melgar, ha puesto su cargo a disposición del Gobierno, al que ha prometido colaboración hasta que designe a su sustituto y ha solicitado al Ejecutivo que dicte su cese tan pronto como se produzca el nombramiento.

Según ha informado el Ministerio Público en un comunicado, Sánchez Melgar, que lleva apenas seis meses en el cargo, comunicó el pasado viernes a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, "su voluntad de poner el cargo a disposición del Gobierno".

Delgado le trasladó la petición del Ejecutivo de que permaneciera en funciones hasta la designación de su sucesor y Sánchez Melgar "estuvo de acuerdo con ello, sin perjuicio de solicitar al Gobierno que procediera a dictar el Real Decreto de cese tan pronto se produjera dicha designación".

Hasta entonces, Sánchez Melgar ha ofrecido colaboración para que "la transición con el nuevo fiscal general se produzca de acuerdo con los principios de legalidad y lealtad institucional".

Según establece el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, el mandato del fiscal general del Estado tendrá una duración de cuatro años y solo podrá dejar su puesto en cinco supuestos, entre ellos, cuando cese el Gobierno que lo hubiera propuesto.

El pasado sábado Delgado anunció que será esta semana cuando se conozca quién es el nuevo fiscal general del Estado, un nombramiento que hará con "transparencia" para que se entienda "a quién" se elige y "por qué".