El mantero senegalés Mame Mbaye, fallecido ayer tras sufrir una parada cardiorrespiratoria en el madrileño barrio de Lavapiés, llegó a Ávila en octubre 2004 después de haber acudido a España en un cayuco.

En su paso por la capital abulense, tanto él como otros jóvenes llegados desde Senegal entraron a formar parte de un programa de Cruz Roja durante un año, según ha explicado hoy a Efe José María González, un profesor jubilado que lo tuvo como alumno de los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI).

Se trataba de los Programas de Garantía Social del Centro de Educación de Adultos, ha recordado González, que poco después de conocer la noticia reaccionó con pena y dolor en la redes sociales.

Hoy, un día después de su muerte, González lo recuerda como una persona "de absoluta confianza", ya que durante su estancia en la capital abulense, tanto él como otros profesores, les ayudaron a ambos y mantuvieron el contacto telefónico durante tres o cuatro años después.

José María González ha señalado que su llegada a España fue en cayuco, según le relataron en algún momento a él, mostrándole pruebas de ese viaje que, tras pasar por algún que otro destino, les hizo recalar en Ávila, donde estuvieron cerca de dos cursos.

Tras conocer la noticia, González ha reconocido haber sentido "cabreo y mucha rabia", porque "alguien que ha sufrido como ellos sufrieron para estar aquí... no legalmente, pero no son culpables de la situación".

Quien fuera uno de sus profesores durante dos cursos, recuerda con cariño su paso por Ávila y con "rabia" el momento en el que ayer por la noche supo de la muerte del que fuera uno de sus alumnos.