Andreu Van den Eynde, el abogado del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y del exconseller de Exteriores Raül Romeva, ha asegurado este sábado que está convencido de que no se dejaron grabar en la cárcel de Estremera, en contra de lo que sostiene un informe de Instituciones Penitenciarias.

Según El Periódico de Cataluña, la investigación interna de Instituciones Penitenciarias concluye que los políticos independentistas presos en la cárcel de Estremera se dejaron grabar e incluso sugiere que pudieron colaborar para introducir la cámara con la que se tomaron las imágenes en las que se les veía en el día a día del centro.

En una entrevista a RAC-1, el abogado de Junqueras y Romeva dice que está convencido de que no se dejaron grabar y que los responsables del informe de Instituciones Penitenciarias tienen una "jeta infinita".

"Romeva casi arranca un barrote de un mordisco cuando supo que habían salido unas imágenes" en las que aparecía como interno en la cárcel de Estremera, ha indicado Van den Eynde, que ha asegurado que daría "un brazo" por sus clientes.

"O quizás sí que son muy buenos actores y entonces les tendríamos que dar un Oscar. A ellos y a sus mujeres, que sufrieron mucho por lo que había pasado", ha indicado, en alusión al impacto que tuvo la difusión de las imágenes en las que se veía a Junqueras, Romeva y al exconseller de Interior Joaquim Forn en la cárcel de Estremera.

Según el informe, elaborado por el anterior equipo de Instituciones Penitenciarias durante la etapa de Gobierno del PP, los tres internos "son conocedores en todo momento de estar siendo grabados".

Instituciones Penitenciarias señala que fue un interno, fugado desde el pasado 3 de junio al no regresar de un permiso, quien grabó las imágenes, con un aparato electrónico que "pudo haber sido introducido de forma fraudulenta oculto en su organismo tras el regreso de uno de los permisos ordinarios".

No obstante, el informe no descarta que los tres políticos independentistas presos colaboraran en introducir en la prisión el reloj, bolígrafo o insignia con el que se hicieron las grabaciones, aprovechando las visitas que recibían sin la separación de barreras físicas.