El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha expresado hoy su voluntad de aumentar el cumplimiento de condenas en el régimen de semilibertad o tercer grado para alcanzar los niveles de países europeos de nuestro entorno.

Esta es una de las propuestas que en materia de política penitenciaria ha lanzado el ministro en la Comisión de Interior del Congreso, donde ha explicado las líneas generales de la política que llevará a cabo su departamento.

Para que España se sitúe a ese nivel, Grande-Marlaska ve necesario que aumente el número de presos que cumplan condena en tercer grado, siempre y cuando los internos reúnan los requisitos exigidos y no supongan un riesgo para la sociedad.

Y en paralelo, también quiere que se incremente el uso de las nuevas tecnologías (como las pulseras telemáticas) en el cumplimiento de las condenas.

También ha expresado su deseo de que España converja con otros países europeos en el aumento progresivo de las penas alternativas a la prisión.

Grande-Marlaska ha asegurado que atenderá las reivindicaciones de los funcionarios de prisiones para aumentar sus salarios y adaptarlos a los de otros empleados públicos y que su voluntad es reponer el número de efectivos perdido en los últimos años (en la actualidad hay 23.000 funcionarios y personal laboral).

Introducir en el Código Penal las penas alternativas y las medidas de seguridad, especialmente la libertad vigilada, así como la condición de agente de la autoridad a los funcionarios de Prisiones cuando están de servicio es otra de las medidas que ha avanzado el ministro.

Asimismo, Interior continuará con la implantación del protocolo contra las agresiones a los funcionarios e impulsará la transferencia a las comunidades autónomas de la sanidad penitenciaria.

Marlaska ha mencionado también en el listado de objetivos en materia penitenciaria la intensificación de los programas de tratamiento a los presos para una mejor reinserción.