El Ministerio del Interior no tiene constancia de que ETA vaya a anunciar su disolución en los próximos días, tal y como ha insinuado el senador de Bildu Jon Iñarritu en la Comisión de Interior de la Cámara Alta.

Durante una pregunta al secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, sobre la dispersión de los presos etarras, Iñarritu se ha interesado por si el Gobierno tiene intención de "dar algún paso cuando ETA anuncie su desaparición, como parece que va a hacer en los próximos días".

Ante esa afirmación, Nieto ha reconocido que no tiene constancia de ello, aunque sí ha asegurado que, si finalmente la banda terrorista se disuelve, se podrá abrir un debate sobre la conveniencia o no de mantener la dispersión de sus reclusos.

"Espero que (ETA) desaparezca y se abrirá un nuevo escenario, pero lo primero es que se produzca ese hecho por el bien de todos", ha enfatizado el número dos de Interior.

Nieto ha defendido la "oportunidad y legalidad" de la política de dispersión y, aunque puede gustar o no, tiene un componente político y ha sido sostenida por los diferentes gobiernos, e incluso avalada por el Consejo de Europa.

En la misma comisión, Iñarritu ha preguntado por los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado implicados en delitos de tortura y ha cifrado en 51 los guardias civiles condenados por estos hechos en los últimos años y en 63 el de policías nacionales.

Mientras, el senador de Bildu ha aseverado que la tortura y los malos tratos han sido un instrumento sistemático en la lucha contra ETA y ha recordado los diversos informes que ratifican su uso y las ocho condenas que tiene España por estos delitos.

Pero Nieto, que ha reconocido la existencia de algunos casos, ha dejado claro que las torturas no son generalizadas entre las fuerzas de seguridad y, "si existen excesos, se sancionan".