El titular del Juzgado de Instrucción 5 de Granada ha archivado la denuncia contra el abogado Juan de Dios Ramírez cuya renuncia a la defensa de Juana Rivas obligó a suspender el jucio el 14 de junio, al no ver que cometiera obstrucción a la justicia ni desobediencia a la autoridad al marcharse de la sala.

En un auto del 17 de julio, al que ha tenido acceso Efe, el juez considera que aunque el letrado abandonó el juicio pese a la "orden clara y directa" del magistrado del juzgado de lo Penal 1 de Granada en el que se iba a celebrar el jucio "prohibiéndole que abandonase la sala y expresamente solicitando incluso ordenando que siguiera en la sala y con el juicio y que asistiera a la acusada".

Admite que el abogado incumplió "un mandato expreso" del juez "alegando en conciencia la imposibilidad de asumir la defensa de la acusada, no asumiendo de facto la defensa letrada y abandonando la sala" pero considera que su conducta no contiene "exigencia legal de gravedad" que requiere el delito de desobediencia a la autoridad.

El juez no aprecia "falta de respeto o consideración debida" del abogado hacia el juez ya que "no profiere expresión alguna irrespetuosa y mantiene conducta que revele una falta de consideración".

Para el juez, la conducta del abogado puede ser objeto de una "mera corrección disciplinaria" al renunciar a la defensa de Rivas de forma "injustificada" al inicio del juicio, ya que Ramírez lo planteó en las cuestiones previas pero el magistrado rechazó su renuncia.

Tampoco considera "razonable" entender que su "desobediencia" a la "orden para que permaneciese en la sala y asumiera la defensa de la acusada deba ostentar indicios de la presunta comisión del delito de desobediencia grave" sin perjuicio de que "puedan serlo de corrección disciplinaria".

Tras abandonar la sala el abogado, el juez le apercibió de que deduciría testimonio y ante ello el asunto recayó en el Juzgado de Instrucción 5 que abrió diligencias de investigación que ahora archiva.

En el auto, el juez rechaza además que Ramírez cometiera un delito de desobediencia a la autoridad, otro de obstrucción a la justicia porque la acusada en el juicio no estaba en prisión provisional y no había habido suspensiones anteriores de la vista.