El pasado 6 de enero Alejandro Palomas se convertía en el septuagésimo cuarto escritor galardonado con el premio Nadal con su novela 'Un amor', que cuenta la historia de una pequeña familia, la de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer; una familia típica pero, sobre todo, muy real porque, como explica su autor, “hace realismo de lo mínimo”.

"Me siento como el pequeño, como el benjamín"

El premio Nadal, decano de las letras españolas, ha reconocido el trabajo de escritores de renombre como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Ana María Matute o Álvaro Cunqueiro. Alejandro Palomas ha engrosado la lista este año 2018 y no le asusta formar parte de ella porque se siente "como el pequeño, como el benjamín”.

Con 'Un amor' completa la saga que inició en 2014 con 'Una madre' y que continuó con 'Un perro'. Habla de todas sus novelas como de “rompecabezas”, “son un puzzle porque siempre están incompletas”. Sobre la dificultad de escribir una novela de esta categoría asegura que “no es complicado”. “No es complicado si la escribes sin filtro... si la escribes desde las entrañas, es muy sencillo, porque lo único que tienes que hacer es escuchar tus propias voces y no mentir”.
 

EL MILAGRO ES QUE HAYA VENCIDO EL AMOR

Y que lo hayamos hecho así: entre todos/as, juntos/as, creyendo que de verdad se podía.

Y que la vida nos llene el corazón de flores.

El 6 de febrero, “Un amor”.
Empieza el viaje.
Vamos.#PremioNadal #edicionesdestino pic.twitter.com/09HorxeCoL

— Alejandro Palomas (@Palomas_Alejand) 12 de enero de 2018

Para Alejandro Palomas, su mayor logro con esta novela es la conexión con el lector. Dice que con esta obra ofrece “una casa, una compañía estupenda. “Lo sé porque se hacerlo”, asegura. “Cuando terminen las novelas, esta en particular, cierran la novela y piensan no quiero irme...y esto es lo más maravilloso que le puede pasar a un lector”, cuenta Palomas.

"Mis novelas son un puzzle porque siempre están incompletas"

Una saga familiar que refleja el arquetipo de la suya propia. Amalia, Silvia, Emma y Fer, los protagonistas y encargados de reflejar esa vida familiar con la que conecta el lector, han conseguido unir más a su propia familia. “Tengo una madre y dos hermanas, tengo un perro que se llama Rulfo...tengo que tirar de lo que tengo”, cuenta, “esta saga ha servido para unirnos, aunque solo sea por eso, ha valido la pena crearla”.