La tecnología avanza a pasos agigantados. Y algunas personas se aprovechan de estos progresos para hacerse un hueco laboral a través del emprendimiento. Es el caso de Andrés Pulgarín y Simón García, que trabajan en BotsLovers, una empresa de asistentes virtuales: “Esas llamadas eternas para hacer una solicitud en cualquier empresa, el asistente de la empresa te solucionará las dudas de la empresa sin que tenga que haber una persona de por medio contestando”. La base de estos Chatbots es la inteligencia artificial, que utiliza el procesamiento y lenguaje natural de manera que el usuario pueda  hablar con una aplicación como si fuera una persona.

Pulgarín y García iniciaron este proyecto hace dos años, y su principal público son las empresas a las que, entre otras cosas, ofrece atención al cliente y campaña de branding, recomendación de productos… “Es una tecnología interesante para las empresas, ya que automatiza las conversaciones y ayuda a reducir costes a las grandes empresas”.

Además, desde BotsLovers organizan cursos informativos, donde enseñan a todos los emprendedores interesados a “construir los asistentes virtuales sin tener que programar”.

Y mientras unos hacen de la web y de la tecnología su herramienta principal, hay quienes tratan de llevar a la calle los negocios que dieron sus primeros pasos en Internet. Cristina Aristoy es socia fundadora de Singularu, una marca de joyas con precios asequibles que nació en Internet allá por el año 2014. Y ahora su principal objetivo es trasladar el proyecto del mundo online al ‘offline’ ya que, ha explicado en ‘La Linterna’ “es otra manera de llegar a las clientas, permite una conexión y una comunicación que nos permite enfocarlo todo y trabajar mejor para que encuentren la joya”. Antes de final de año, ha concluido Aristoy, cuentan con tener 6 establecimientos con el cartel Abierto.