El crecimiento en la intención de voto del PSOE se ha producido a costa de los votantes de Unidos Podemos y de Ciudadanos, ya que los socialistas se quedarían con el 12 por ciento de los electores del partido de Pablo Iglesias y con el 7,5 del de Albert Rivera, según el último barómetro de CIS.

Con respecto a las elecciones generales de 2016, los socialistas logran conservar al 77,3 por ciento de sus votantes, siendo la primera fuerza de ámbito nacional con mayor nivel de fidelidad, después de los nacionalistas de ERC (87,3), EH-Bildu (84) y PNV (81,2).

El crecimiento del PSOE se explica no sólo por el trasvase de votos de Unidos Podemos y Ciudadanos, sino también desde partidos de ámbito autonómico.

Un 34,5 por ciento de los electores de En Marea confiesan que si hoy hubiera elecciones votarían al PSOE, porcentaje que es del 20 por ciento en el caso de Compromís y de Coalición Canaria, y del 10,4 en el caso de los antiguos votantes de En Comú Podem.

Ciudadanos, que según la estimación de voto del CIS perdería dos puntos, mantiene sin embargo una alta fidelidad de sus votantes, con un 67,9 por ciento, y es el otro gran beneficiado por el trasvase de votos, al ser ahora el predilecto del 17,9 por ciento de quienes se decantaron en 2016 por el Partido Popular, que sólo consigue un nivel de fidelidad del 50,7 por ciento.

Ni el PP ni Unidos Podemos -ambos a la baja en intención de voto directo- recibirían una significativa porción de votos de otra fuerza si las elecciones se celebraran ahora, mientras que en el otro extremo, ERC se haría con casi dos de cada diez votantes del PdeCAT, (19,2%).