A punto de cumplirse tres meses ya desde el referéndum independentista, la factura económica que han pagado los catalanes por el llamado 'procés' es más que elevada.

Lo más visible son las 3.100 empresas que han salido ya de Cataluña. Los bancos fueron los primeros y le siguieron otras muchas grandes compañías y pymes.

Por sectores, el que más lo está acusando es el turismo: los datos del pasado puente son reveladores: Barcelona apenas llegó al 60% de ocupación cuando hace un año en las mismas fechas los hoteles estaban prácticamente llenos. También la inversión extrajera se ha desplomado, un 75% menos en el tercer trimestre del año y faltan por computar los meses más conflictivos, desde octubre en adelante.

Todo esto obviamente tiene su reflejo en el empleo: 1 de cada puestos de trabajo que se destruyen ocurre en Cataluña. Entre octubre y noviembre el paro aumentó en esta comunidad en 22.000 personas, un 85 % más que en el año 2016.

Para completar esta factura, falta por conocer el dato del cremiento de la economía catalana del último trimestre pero fuentes del Ejecutivo avanzan que estará en torno a 4-5 décimas, la mitad de lo que va a crecer la economía española: que es un 0'9%. Cataluña pasa así de motor de nuestra economía a ser una de las que menos aporta

Desplome vertiginoso de la inversión extranjera en Cataluña: de julio a septiembre pasó de los 2.071 millones a 519, un 75% menos que en el mismo periodo de 2016. Una caída que hace que Cataluña ceda al País Vasco el segundo puesto en el ramking de Comunidades que más inversión reciben y que encabeza Madrid.

Precisamente desde el IESE el profesor Miguel Ariño, advierte de que al margen de lo que pase en las elecciones de este jueves los inversores no confían ya en Cataluña.

Segúin el IESE, el empleo en Cataluña también comenzará a resentirse el próximo año mientras que la economía española solo dejará de crecer dos décimas por la crisis catalana y se situará en el 3,2%