El futuro ministro de Fomento, José Luis Ábalos, deberá tomar decisiones de calado en cuanto desembarque en el ministerio, entre ellas el futuro de las autopistas de peaje quebradas y de las vías de pago cuyos periodos concesionales vencen a partir de ahora.

Ábalos deberá decidir también si mantiene el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) y el Plan Estratégico de Aena para el periodo 2018-2021, y si sigue adelante con el programa de renovación de la flota de Cercanías de Renfe.

El cambio de Gobierno ha dejado en el aire el plan del Ministerio de Fomento de relicitar la gestión de las nueve autopistas de peaje quebradas, de las que ocho ya han revertido al Estado.

Queda pendiente sólo la AP-41, que está en concurso de acreedores pero aún no ha entrado en la fase de liquidación.

Fomento pretendía relicitar las autopistas en quiebra este mismo año para rebajar el impacto en el déficit de la factura que se deberá abonar a los acreedores en concepto de Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA).

El ministerio trabajaba para sacarlas a concurso durante el mes de junio.

Otro tema complejo es el futuro de las autopistas de peaje cuyo periodo concesional está próximo a terminar.

Además, Ábalos tendrá que decidir si sigue adelante con el PIC, un plan con el que se esperan movilizar 5.000 millones de euros de inversión mediante la colaboración público-privada.

Estaba previsto que los dos primeros proyectos del PIC se licitaran en la primera quincena de junio.

También queda en el aire el Plan Estratégico de Aena, cuyas líneas generales ya se han adelantado al mercado.

No obstante, se suspendió la presentación que iba a realizar el lunes el ministro Íñigo de la Serna y la exposición del plan a los inversores y analistas, fijada para el jueves.

Habrá que ver también si Ábalos retoma la idea de su antecesor de consensuar un gran acuerdo nacional sobre el desarrollo de las infraestructuras.

El nuevo titular de Fomento se encontrará, además, sobre la mesa el plan para renovar la flota de trenes de Cercanías y Media Distancia de Renfe, que supondrá una inversión de más de 1.500 millones de euros.

Más encarrilados están los proyectos de nuevos tramos de AVE y el Plan de Vivienda 2018-2021.

Ábalos deberá implicarse en el desarrollo de la Operación Chamartín, que se ha desbloquedado durante el mandato de su antecesor.