La buena evolución de los ingresos ha permitido al Estado reducir el déficit un 8,2 % en los cinco primeros meses, hasta 14.493 millones de euros, equivalentes al 1,19 % del producto interior bruto (PIB), lo que supone cinco décimas por encima del objetivo del 0,70 % del PIB fijado para la Administración Central en 2018.

De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, los ingresos no financieros del Estado ascendieron a 68.794 millones, el 8,4 % más que un año antes, con un mayor peso de los impuestos y cotizaciones sociales, que con 62.293 millones mejoran en conjunto un 6,9 %.

De los impuestos destaca el crecimiento del 12,9 % de la recaudación por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), hasta 10.736 millones, por el aumento de las retenciones sobre rentas de trabajo.

Los ingresos por el impuesto sobre el valor añadido (IVA) crecieron el 6,6 %, hasta 29.872 millones, y los de Sociedades un 10,6 %, hasta 7.775 millones, por algunos ingresos excepcionales, ya que el primer pago fraccionado de 2018 (recibido en abril) ha sido similar al del año anterior.

Las rentas de propiedad se incrementaron un 36,8 %, impulsadas por el mayor dividendo percibido del Banco de España (756 millones) y por el dividendo de Enaire, por importe de 497 millones, que se ha recibido en mayo, un mes antes que en 2017.

También, dentro del capítulo de ingresos, el Estado destaca el incremento del 15,1 % de las transferencias recibidas por el sistema de financiación autonómica y los ingresos por el primer vencimiento y la liquidación del año anterior del Cupo Vasco, que fueron de 353 millones, frente a los 36 millones de 2017, año en el que se demoró en su mayor parte.

El gasto en los cinco primeros meses del año ascendió a 83.287 millones, el 5,1 % más que un año antes, lo que se explica principalmente por el crecimiento de la inversión, que se ha duplicado respecto a 2017.

Además han influido las mayores transferencias a comunidades autónomas tras multiplicarse por cuatro los anticipos a cuentas de la financiación autonómica.

Entre los gastos que han descendido destacan la caída del 2,9 % de los intereses asociados a la deuda pública, que fueron de 10.779 millones en el período.

Las comunidades autónomas disminuyeron su déficit en los cuatro primeros meses del año un 31,1 % respecto a igual período del año anterior, hasta 2.438 millones, equivalentes al 0,20 % del PIB, la mitad del objetivo fijado para el conjunto del año en el 0,40 % del PIB.

Las autonomías aumentaron un 5,9 % sus ingresos por los mayores anticipos a cuenta del sistema de financiación recibidos y el incremento del 12,3 % por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

Los gastos autonómicos aumentaron a menor ritmo, el 3,3 %.

País Vasco, Asturias y La Rioja cerraron el primer cuatrimestre con superávit, en tanto que las más deficitarias fueron Navarra, Castilla-La Mancha y Cantabria.

En el primer cuatrimestre, el déficit conjunto de las Administraciones Públicas (a falta de las corporaciones locales) fue de 6.881 millones, equivalentes al 0,57 % del PIB, un 24,4 % menos que en el mismo período del ejercicio anterior.

Los fondos de la Seguridad Social aportaron hasta abril un superávit de 2.263 millones, equivalentes al 0,19 % del PIB, lo que supone un 8,3 % más que un año antes.

En el primer trimestre del año, la corporaciones locales registraron un superávit de 735 millones, equivalentes al 0,06 % del PIB.

Con estos datos de corporaciones locales, el déficit del conjunto de Administraciones Públicas, excluida la ayuda financiera, se situó en el primer trimestre en el 0,32 % del PIB, frente al 0,45 % del año anterior.