La preocupación ante una probable rebaja de la calificación de la deuda de Turquía por parte de la agencia de calificación Standard & Poors ha justificado la nueva y prudente retirada de los inversores de los mercados de valores europeos tras el leve respiro de ayer.

Los indicadores económicos publicados en Estados Unidos han dado hoy una de cal y otra de arena. El índice de indicadores, que anticipa  la tendencia futura de la economía, ha subido seis décimas de puntos, algo más de lo previsto. La confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan, por el contrario, ha experimentado un inesperado descenso que ha dejado preocupados a los operadores.

Todo ello además una sesión condicionada por el vencimiento de derivados. En este ambiente, el índice Ibex 35 ha perdido un 0,1 por ciento al cierre para quedar en los 9.417 puntos. El selectivo ha perdido un 1,92 por ciento en la semana.  Se sitúa así en niveles del pasado mes de marzo cuando Trump destapó la caja de los truenos con su guerra comercial.

El fabricante de componentes de automóviles CIE Automotive ha liderado este viernes los descensos con caídas del 2 por ciento pendiente de los negativos efectos de los aranceles comerciales en la demanda de sus productos. El mismo motivo  por el que Arcelor Mittal ha sido el peor valor de la semana con una caída acumulada del 6,3 por ciento.

En el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo ha repuntado hasta los 116 puntos básicos después de conocerse que la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas españolas creció en 7.144 millones de euros en junio para alcanzar los 1.162.946 millones Su nivel más alto de la historia, según los datos actualizados el viernes por el Banco de España. Esta cifra supone ya el 98,8 por ciento del PIB español.

En el mercado de divisas, el euro ha logrado recuperar el nivel de 1,14 dólares

El precio del barril de crudo ha repuntado hasta los 72 dólares ante la expectativa de que China y Estados Unidos retomen las negociaciones comerciales. El crudo se ha sobrepuesto así ligeramente a una dura semana –por momentos ha llegado a ser su peor semana en más de tres años–, marcada por la debilidad de la demanda, el fortalecimiento del dólar y el incremento de las reservas de crudo en EEUU fruto de la mayor oferta.