La "única opción" que tiene la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la "negociación" con el Gobierno para la paz, ha opinado hoy el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, confiado en la "capacidad" de las Fuerzas Armadas del país.

"Solo será exitoso el proceso con el ELN cuando sepa que la lucha armada no tiene espacio en una democracia fuerte como la colombiana", ha argumentado en declaraciones a Efe.

El fin del conflicto con la guerrilla de las FARC y una negociación con el ELN son elementos muy importantes, ha considerado, para que Colombia pueda dejar el primer lugar de suministro de cocaína al mundo en los próximos años.

Villegas, de paso en Madrid, acompañará mañana en Bruselas al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para formalizar la cooperación de Colombia con la OTAN como "socio global".

Ha resaltado Villegas que la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo pasado fueron "las más seguras (...), sin duda, de los últimos 60 años", tras el acuerdo de paz de 2016 con la las FARC.

La paz se negoció para que los "autoritarios armados" se vincularan a la democracia. "La foto del señor Timochenko (excomandante guerrillero) depositando su voto es un muy buen resumen de lo que ha pasado", ha explicado.

Villegas ha negado que el acuerdo de paz pudiera resentirse según qué presidente sea elegido en la segunda vuelta, el 17 de junio.

"Auguro poco éxito a quien quiera hacer grandes modificaciones en los acuerdos (...) Lo que veo es que los dos candidatos -el uribista Iván Duque y el izquierdista Gustavo Petro- se están moviendo hacia el centro y es muy buena noticia".

Preguntado por el narcotráfico y la inseguridad ciudadana, ha dicho la salida de las FARC de los territorios donde tenían influencia genera una "gran oportunidad de lucha contra el narcotráfico", pues facilita e incrementa la erradicación forzosa y sustitución de cultivos de coca.

A esto se suma el "éxito" de un aumento de las incautaciones de droga; de las 200 toneladas de 2014 a las 436 de 2017, más las intervenidas en otras partes del mundo, incluida España, con la cooperación colombiana.

Sobre ciudades marcadas hace años por el estigma de la cocaína, ha indicado que Medellín es ahora "moderna y vibrante", con una tasa de homicidios inferior a la nacional, y más de un millón de turistas extranjeros, "que no van a ver la tumba de Pablo Escobar", el famoso narcotraficante.