El Ministerio de Defensa ha decidido dar los primeros pasos para que las Fuerzas Armadas se doten de chalecos antibalas y antifragmentos que seadapten a la forma del cuerpo femenino. El Ejército de Tierra, el Ejército del  Aire y la Armada han buscado y han realizado estudios por separado, y - hasta la fecha- no han encontrado ningún chaleco que encaje en los requerimientos y especificaciones necesarias.

Defensa no ha puesto un plazo para conseguir este equipamiento para mujeres militares que habitualmente deben llevar los miembros de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales, en las policías militares y en unidades que se ocupan de la seguridad. Pero ya está trabajando para encontrar empresas que fabriquen este material.

Fuentes de ese Ministerio señalan que algunos chalecos de uso policial son adecuados para mujeres, pero no servirían para uso militar. Entre las fuerzas de seguridad, la Guardia Civil ha comenzado a comprar chalecos sólo para mujeres, aunque todavía no se han suministrado a todas las agentes.

La propuesta para que se adquiera este equipamiento fue presentada en el COPERFAS (Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas) por una de las asociaciones representadas en ese órgano, AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles). Ninguna de las organizaciones presentes en el Consejo  rechazó la idea. Según AUME, los actuales chalecos antibalas y antifragmentos -diseñados para hombres- son incómodos, menos eficaces y seguros para las mujeres, y dificulta su trabajo.

La idea fue defendida en el COPERFAS por la secretaria de Igualdad de esa asociación, Teresa Franco, cabo del Ejército del Aire, que tiene abierto un expediente que podría acabar en su expulsión de las Fuerzas Armadas. Esta asociación afirma que en la documentación que acompaña a ese expediente se reprende a Teresa Franco por haber denunciado en redes sociales la falta de chalecos específicos para las mujeres militares.