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El viaje de una Declaración de la Renta

Este año ya sabes que puedes presentar la Declaración de la Renta por distintos canales: App, web de la AEAT, papel... Una vez que lo haces ¿cómo se tramita? ¿Qué viaje hace tu declaración desde que la presentas hasta que te dan la noticia?

Haciendo la declaración de la renta
@varenos

Redactora de cope.es

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 11 abr 2018

La Agencia Tributaria cuenta con equipos y programas muy potentes que cruzan millones de datos todos los días. Un sistema interconectado y protegido contra posibles intrusos que tiene la capacidad de procesar y almacenar toda la información que sea necesaria. Un sistema complejo que no deja la seguridad en un segundo plano. Por ello, los datos almacenados se guardan en distintas copias de seguridad.

La información que existe de nosotros en Internet y en varias bases de datos deja un rastro fiscal y personal que facilita la labor de la AEAT. Tus compras por Internet, tu factura eléctrica, el apartamento que has alquilado o tus movimientos bancarios... Todo lleva tu huella y por tanto todo, se puede rastrear.  

Una vez presentada la Declaración y con independencia del canal que hayas elegido -app, web de la AEAT, o impresa- todas las declaraciones de la Renta se tramitan de la misma manera. 

¿Cómo recoge la AEAT mi información si presento la declaración impresa?

Primero hay que hacer una “predeclaración” -que se ha tenido que confeccionar con Renta WEB o con un programa externo equivalente- previa identificación y conexión a la página web de la AEAT. En ese momento, tu información queda recogida en la base de datos de la AEAT. En ese momento, la Agencia Tributaria ya tiene tus datos pero... aún no los va a incorporar al sistema. Eso ocurrirá cuando presentes  hasta que no presentes esa "predeclaración" impresa.

Imprimo la "predeclaración" acudo a una oficina de la Agencia Tributaria y...

La Agencia incorpora tu información a su sistema con la simple lectura del código de barras, que aparece en la hoja de ingreso/devolución de la declaración, y con los datos que le facilita la entidad bancaria. Es ahí, cuando podemos decir que hemos presentado la declaración igual que si lo hubieramos hecho por vía electrónica. 

¿Hay diferencia entre presentar la declaración de forma impresa o hacerlo vía electrónica?

La diferencia que hay entre la presentación de una declaración impresa y la hecha de forma electrónica es que en la primera se tienen que incluir los datos facilitados por la entidad bancaria. Las labores de tramitación previas a la incorporación de nuestra información en la base de datos de la AEAT son distintas en ambos casos. De cualquier forma, hoy en día, con el desarrollo de Renta Web, la presentación en papel es muy minoritaria.

Una vez presentada ¿qué recorrido hace la declaración?

Todas las declaraciones se procesan en un único servidor, el de la AEAT, y se cruza con los datos que tiene del contribuyente la Agencia Tributaria. Los programas realizan una comprobación automática de las nuevas declaraciones que entran el sistema.

Las declaraciones a comprobar se distribuyen territorial y funcionalmente, de modo que cada oficina de la AEAT (delegación / Administración) pueda trabajar esos expedientes.

La inteligencia artificial en este punto también es una gran aliada puesto que permite realizar cada vez más tareas, ahorrar tiempo y esfuerzo. De esta forma, se hacen visibles las posibles discrepancias entre lo que el contribuyente declara y los datos previos de los que dispone la AEAT. Si esto ocurre puede ser necesaria la intervención de un técnico o inspector de Hacienda. 

Los gestores tienen en sus ordenadores los expedientes que deben revisarse ¿Cómo lo hacen? Siguen investigando cruzando datos a través de los programas informáticos. Introducir en uno de esos programas el DNI del contribuyente en cuestión, arroja gran cantidad de información económica y personal.

¿Qué datos previos tiene la Agencia Tributaria?

Por poner un ejemplo. La propuesta de declaración -el borrador- es el resultado de un complejo tratamiento de un gran volúmen de información. El que incorporan las empresas u organismos a la base de datos de la Agencia Tributaria. A cada contribuyente se le imputan los datos que le corresponden y en función de estos se genera su borrador.

La AEAT recibe, de media, 20 datos fiscales de terceros por cada contribuyente. 

El sistema se nutre fundamentalmente de tres tipos de fuentes:

1. Declaraciones Informativas

Este es el bloque mayoritario. La Agencia maneja más de 30 modelos de declaraciones informativas diferentes con más de mil millones de imputaciones (datos fiscales) a ciudadanos. En este grupo se inscriben las nóminas, planes de pensiones, deducciones autonómicas, activos financieros, donaciones...

2. Intercambios sobre conceptos económicos con otros organismos de la Administración

Entre ellos destacan Catastro, Seguridad Social, Banco de España, la Base Nacional de Datos Nacional de Subvenciones, DG Tráfico, INE...

3. Intercambios sobre situaciones personales y familiares del contribuyente

También se intercambia información con las Comunidades Autónomas, Haciendas Forales, otros países...

4.Se contrasta la información proporcionada por el contribuyente consigo mismo. Se comparan las declaraciones de años anteriores.

Dentro del control tributario, el sistema somete constantemente a comprobación automática todas las declaraciones. Todos los días se comprueban las nuevas declaraciones presentadas y las relacionadas con ellas. El sistema asigna una calificación a cada declaración al mismo tiempo que la tipifica con un conjunto amplio de atributos. Se analiza el patrimonio y los hábitos de cada contribuyente en busca de cambios que ayuden a identificar una actividad no declarada. 

Siguiendo las indicaciones de los órganos de control de la AEAT, el sistema establece si una declaración necesita comprobación por parte de los gestores o puede continuar su tramitación automáticamente. El control no automatizado (control intensivo) es aplicable independientemente.

Cuidado

Tienen que pasar cuatro años para que un contribuyente pueda olvidarse de una declaración en la que le han devuelto el dinero o, por el contrario, ha tenido que ingresarlo. Hay expedientes que no se estudian en el momento, quizá por no considerarlos urgentes o prioritarios, pero se revisarán antes de que prescriba el plazo.

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