Carlos Fernández de Vigo ha presentado hoy en el 21 Festival de cine en español de Málaga su debut como director en el largometraje de animación, "Memorias de un hombre en pijama" que versiona y homenajea la tira cómica de Paco Roca, a la que convierte en una comedia romántica.

"Creo que hemos preservado los valores del cómic de Paco Roca, dándole su propio carácter y personalidad", impregnada toda la historia de "gestos y guiños, como muestra de cariño" al dibujante, ha dicho el director en una rueda de prensa celebrada en el teatro Cervantes de Málaga tras la proyección de la cinta.

Protagonizada por Raúl Arévalo, curiosamente idéntico al dibujo de Paco Roca, el actor no solo le presta su voz sino que también -en una especie de stop motion, ha explicado el director- ha actuado en más del 40 % de la historia para servir de referente al equipo de dibujantes.

Es la primera vez que Arévalo hace este trabajo; se declara "un poco pez" en el tema de los cómics y promete actualizar su cultura en este sentido, pero -asegura- ha disfrutado mucho de la experiencia y "no le importaría repetir".

Tras el referente de "Arrugas", un éxito sin precedentes en la historia del cine de animación para adultos, Ángel de la Cruz pactó con Roca un nuevo trabajo juntos, "pero una comedia, por favor", ha comentado entre risas el productor, impulsor desde hace cuatro años de este proyecto en el que han trabajado cerca de doscientas personas.

Diana López Lovar, autora de la novela "No es país para coños", es la guionista que ha ideado una historia romántica que hilvana las historietas, muchas de las cuales se han quedado iguales al original, aunque otros personajes, como los cuatro amigotes de Paco el personaje, son un compendio de muchos otros.

Un grupo de maneras machistas y egocéntricas, que han suscitado críticas en la rueda de prensa, que Arévalo ha defendido desde la convicción de que "nadie" puede pensar que eso "normaliza" el machismo. "Me ofende, es absurdo", ha enfatizado el actor, defensor de los derechos de la mujer.

Pero lo que más "avergüenza" a Roca, ha desvelado el productor, han sido "las escenas de los desnudos". Cuenta De la Cruz que Roca comenzó con ellos, pero luego se desvinculó del proyecto y "no vio nada de la película hasta el final".

La cinta tiene la particularidad de que mezcla la imagen real con el dibujo, tanto al comienzo como al final, además de una estupenda escena en mitad del metraje, en la que el mono Paco, hecho polvo, se mira al espejo y a quien ve es al actor; también aparece como "Jilguero", la novia inventada, la actriz María Castro.