Jessica Martín.

La trágica biografía de la escritora Nelly Arcan, que se suicidó a los 37 años, es la materia de "La fureur de ce que je pense", un "canto" teatral dirigido por la actriz Marie Brassard en el que ha querido destacar, dice en una entrevista con EFE, que "dentro de esa negrura había mucha belleza real".

Será el Teatro Español el primer coliseo europeo que estrene, el próximo 13 de abril, la historia de esa "brillante" novelista que fue "víctima de la sociedad", según Brassard, que ha montado un espectáculo que en su estreno en Canadá ha sido acogido por la crítica como uno de los mejores de los últimos diez años.

Fue en 2001 cuando Brassard (1959) descubrió por primera vez la literatura de Arcan gracias a su libro "Puta" y, doce años después, sin haber dejado de explorar el universo literario de la autora, recibió la propuesta de montar un espectáculo a partir de sus textos.

Lo que consideró "una casualidad", explica Brassard, le ha permitido conocer a fondo la naturaleza del "furor" que reside en las palabras de la escritora canadiense, nacida con el nombre de Isabelle Fortier.

"Sus libros son difíciles de leer porque era muy intensa y cruel, pero lo mejor es que ella nunca se guardaba nada, era muy abierta en su escritura y siempre enfocaba todas sus miserias de una forma muy honesta y profunda", apunta Brassard.

Su espectáculo "La fureur de ce que je pense" ("El furor de mi pensamiento"), que aúna teatro, poesía y música, parte de una idea original de la actriz Sophie Cadieux con el objetivo de rendir homenaje a Arcan mediante un "collage" de sus textos que, en escena, son interpretados por seis actrices y una bailarina.

Todas ellas han trabajado en equipo para revisar el legado de Arcan de forma "generosa" y "optimista", rescatando el "valor" de un pensamiento que, dice la directora, permite reflexionar sobre muchos de los problemas del presente.

"Nelly se quitó la vida cuando tenía 37 años, a pesar de que era inteligente, guapa y sensible. Yo lo que he querido destacar en el espectáculo es que, dentro de toda esa negrura, había mucha belleza real", señala Brassard.

La directora y actriz, autora también de la adaptación, enfoca de forma lírica y "muy musical" todas las desgracias que precedieron al lamentable final de una escritora que tuvo que trabajar como prostituta para pagar sus estudios.

Es "triste", señala, que una mujer tan valiosa fuese considerada por muchos solo como "una rubia sexy" cuando, a su juicio, Arcan fue una "víctima de la sociedad".

Su espectáculo muestra la cara oscura de una sociedad en la que, recuerda, se notaba una mayor desigualdad de género y en la que la rivalidad entre mujeres era una constante.

"Sus textos reflejan cómo las chicas se juzgaban unas a otras y eso me hace valorar aún más nuestra forma de trabajar en este equipo porque nosotras hemos vivido todo lo contrario. En esta experiencia nos hemos ayudado las unas a las otras y lo hacemos con verdadero entusiasmo", subraya Brassard, tras mencionar que Arcan era una joven comprometida a quien le "horrorizaban" las injusticias.

Cada uno de los siete "cantos" en los que se divide la obra, recalca, permitirá al público disfrutar, emocionarse y, sobre todo, "pensar". Por eso, la canadiense se siente orgullosa de que el espectáculo esté teniendo una vida larga y de que, incluso, cuente con una versión japonesa.

En este momento Bassard, cuya carrera ha estado íntimamente ligada a la de Robert Lepage, adelanta que ya tiene un nuevo proyecto sobre la mesa y revela que le gustaría seguir combinando su trabajo como actriz con la dirección escénica.

Lo más complicado de ambas profesiones, dice, es "permanecer fiel a lo que uno es como artista" y "resistir dentro de un sector que se mueve por el dinero", algo que se marca como un reto permanente.

"Nos venden el arte como un lujo y hay mucha presión hacia los creadores para que dejen de lado lo que no es comercial. Si quieres demostrar que lo que haces es arte y no un mero entretenimiento, tienes que vivir en una lucha continua", concluye.