Una exposición antológica recorre en la Fundació Catalunya La Pedrera el trabajo y la figura del fotógrafo Xavier Miserachs a través de unas 150 fotografías, algunas de ellas inéditas, entre las cuales figuran las icónicas de "El Born", "El piropo" o el retrato de Teresa Gimpera.

Esta exposición es, como ha dicho la comisaria, la historiadora Laura Terré, en su presentación, "un recorrido por el tiempo que le tocó vivir a través de su estilo, sus intereses íntimos, los reportajes y retratos ligados a la historia de la segunda mitad del siglo XX, los diferentes géneros y aplicaciones de la fotografía, las técnicas y sobre todo la evolución de una mirada comprometida y reflexiva, siempre en complicidad con el público, más que con el asunto".

Bajo el título "Xavier Miserachs. Epílogo imprevisto", la antología, que estará abierta al público hasta el 15 de julio, reúne imágenes de su ingente archivo, depositado en el MACBA, que ha tenido en cuenta por primera vez desde sus fotos de aficionado a las del profesional, del blanco y negro al color y de la experimentación al trabajo por encargo.

Miserachs (Barcelona, 1937-1998) tuvo, según Terré, "una vida intensa pero corta: Con sólo 17 años recibió un premio y con 25 publicó en Aymà el libro de fotografía más importante de posguerra, "Barcelona. Blanco y negro" (1964).

Miserachs, que trabajó en blanco y negro y solo comenzó a fotografiar en color cuando trabajó para revistas, formó parte de la nueva generación que llevó a cabo una profunda renovación de la fotografía documental en el contexto de la España de los años 50 y 60.

A finales de los años 60 amplió su actividad, como se puede constatar en el tramo final de la muestra, con la fotografía en color en la publicidad, el reportaje y la fotografía editorial, un corpus más desconocido que su trabajo en blanco y negro, subraya la comisaria, que hizo la selección a partir del visionado de las 10.000 diapositivas que se conservan en el MACBA.

En la exposición se exhiben proyectos cerrados como "Barcelona. Blanco y negro" o "Costa Brava Show", sus retratos de Josep Pla o Salvador Dalí.

Barcelona es la protagonista de gran parte de su obra, que interpreta la ciudad desde diferentes prismas, como en los encargos del alcalde Pasqual Maragall en los años 80 para la Corporación Metropolitana hasta la ciudad en color de "Els barcelonins" (1988).

Otro tema recurrente en su obra es la mujer, presentada a partir del ideal de la mujer europea que descubrió de adolescente en las estudiantes francesas de la Costa Brava, en las mujeres trabajadoras que se encontró en las calles de la Primavera de Praga, en las luchadoras de la manifestaciones del París del 68 o en las mujeres liberadas y seguras de ellas mismas de la Carnaby Street de Londres.

Estos últimos reportajes corresponden a su etapa de finales de los sesenta, cuando Miserachs se convierte en reportero para la revista Triunfo, que le permitió viajar a Londres, París, Copenhague, Estocolmo, Milán y Praga

La exposición se cierra con la obra creada en los años 80 y 90, cuando se dedica fundamentalmente a la fotografía editorial con encargos que le permitieron viajar a lugares tan distintos como Leningrado, Guinea Conakry, Bangkok, Nueva York, Senegal, Portugal, Camerún, Huelva, Tokio, México, Navarra, Valencia, Asturias o las Barcelonas de Brasil y Ecuador. EFE.

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