El Centro Dramático Nacional (CDN) ha presentado hoy "Yogur piano", una pieza de teatro experimental de Gon Ramos que reflexiona sobre la deconstrucción de la soledad y la tristeza, mediante un "lenguaje nuevo" y "sensorial" que busca dejar al espectador "perplejo".

A pesar de que "Yogur Piano" es una historia improvisada por un elenco que no había trabajado en común hasta entonces, vuelve a los escenarios tras dos años de éxito, y estará presente a partir de este jueves en la sede del CDN en el teatro Valle-Inclán hasta el domingo.

Ramos (Madrid, 1989), director e interprete de la obra, es un dramaturgo y actor cuya actividad profesional se ha dividido entre Madrid y Buenos Aires, y ha participado en series como "Neuróticos", de Fernando Milsztajn, y obras teatrales como "Oleanna", de David Mamet.

"La trama parte en una fiesta, donde cada uno de los 5 personajes descubre una información que no había pensado antes", ha relatado Ramos, que, a partir de ahí, pasa a reflexionar sobre la reacción que produce esa información, jugando con el por qué de las cosas.

Bajo un planteamiento experimental basado en la "repetición de discursos, deconstrucción de la estructura lógica y diálogos entremezclados como un puzzle de ideas", la obra se centra en ofrecer "sensaciones improvisadas" y dejar al público "perplejo", ha apostillado.

Esta experimentación se llevó a cabo desde la ausencia de un texto "pre-escrito", ya que pretendían "que fueran los cuerpos, recuerdos y encuentros" de los actores los que "dictasen el nombre", ha afirmado Ramos.

Que la obra acabe tratando la soledad y la tristeza "no estaba planeado": "Todo eso que se refleja es una repercusión del momento vital que estábamos atravesando, no había un objetivo como tal".

El punto de implicación con el actor es tal, afirma el director, que no se despiden al final de la obra, "prefiriendo" que se quede el espacio vacío de lo que ha pasado, de lo que "han sido" y de lo que "dejarán de ser", ha asegurado.

El nombre de la obra proviene de una similitud fonética con Fjogür Píanó, canción de Sigur Rós que fue "clave para la gestación de la obra", ha revelado el director, siendo la melodía de esta canción el final de la obra, tocada en el piano a cinco manos por el elenco.