El Archivo Municipal de Vila-real sigue dándose a conocer a los vecinos y lo hace ahora con un cómic en el que se explica para qué sirve y cuáles son los servicios que ofrece, de una manera fácil e inteligible, con el objetivo de acercarse a toda la ciudadanía, pero en especial a los más jóvenes.

“Se trata del primer documento de estas características que se realiza en toda Europa para dar a conocer un archivo que, además, está en primera línea de los archivos de toda la Comunitat Valenciana, por ser humildes, ya que es un servicio puntero en todo el país”, apunta el concejal de Cultura, Eduardo Pérez. El edil ha presentado este trabajo junto a Esther Rubert Gil, trabajadora del programa T’avalem que se ha encargado de elaborar el cómic, del que se han editado 1.000 ejemplares que, además de repartirse en diferentes espacios municipales, se ha enviado a diferentes universidades y centros de estudios de archivística de dentro y fuera del país.

“Es un trabajo muy completo que muestra qué es un archivo y para qué sirve”, señala Pérez. “En este espacio no solo encontramos libros antiguos con gran valor para la historia de nuestra ciudad –tenemos documentos datados del siglo XIV- sino que hay numerosos documentos de utilidad para los vecinos que necesiten consultarlos”, indica.

Y es que, tal y como asegura el edil, el hecho de disponer de un archivo no solo implica “valorar y proteger nuestra historia, sino también ayudar a promover la transparencia, como un valor democrático a disposición de los vecinos”.

En este sentido, destaca el papel de la Administración electrónica, que también ha llegado al Archivo, donde “se guardan todos los documentos que generan nuestros ciudadanos en el día a día, para que perduren y ayuden a seguir construyendo nuestra historia”. Además, califica como “necesario” este cómic, ya que “es un instrumento muy importante para dar a conocer este espacio a nuestros vecinos” y destaca la presencia del alcalde caricaturizado, como “una autoridad pública que se implica en la defensa del patrimonio de la ciudad, en este caso, el patrimonio documental”.

Por su parte, la autora del cómic afirma que se ha centrado en hacer “un producto llamativo que llegara a un público joven y también al resto de ciudadanos” y añade que “el objetivo es mostrar la importancia de todo lo que se hace dentro del Archivo, como es la conservación y difusión de nuestro patrimonio documental”. “Aquello que no se conoce, no se valora y si conocemos la riqueza de nuestro Archivo, la haremos brillar todavía más”, apunta, al tiempo que indica que “este espacio ha pasado de ser un lugar relativamente cerrado, al que poca gente podía acceder, a ser un servicio al que muchos ciudadanos pueden acceder para defender sus derechos en el día a día”.