El motivo de esta iniciativa se debe a una especie de efecto rebote que ha surgido en este ámbito debido a que el número de manteros ha aumentado en un porcentaje bastante elevado. De la misma manera, se genera la desesperación de los comerciantes de Peñíscola llegando, incluso, a un punto prácticamente insostenible que provoca el cierre de comercios pequeños por pérdida de ventas.
Por lo tanto, se busca replantear una estrategia para darle una vuelta de tuerca a esta circunstancia para que esas ventas del top manta no prosperen. La campaña consiste en concienciar a los compradores potenciales del mal que provocan invirtiendo en una actividad ilícita e ilegal ya que no pagan un canon por ocupación y son competencia de comerciantes que pagan impuestos y cuotas salariales, entre otras muchas cosas.
Esta campaña se realizará mediante dispositivos de concienciación con carteles y pegatinas llamativas, carteles en la entrada de la playa, e incluso cuñas publicitarias que capten la atención del oyente. No obstante, cabe destacar que esta campaña no está impulsada por un supuesto odi hacia los manteros, sino como defensa a quien cumple la ley y vive dentro de la legalidad.