Por ello, el primer paso es atajar los insultos que se producen durante los partidos, ya sean contra ellos o contra otros integrantes del juego.   En una asamblea efectuada este lunes, los colegiados de la delegación de Castellón han decidido que cuando se produzcan descalificaciones le sean notificadas al delegado de campo como advertencia para tratar que no continúen y en caso de mantenerse esta conducta requerir la presencia de las fuerzas de orden público. Estos insultos también serán reflejados en el acta arbitral para que tenga constancia de ellos la propia Federación a través del Comité de Competición.   Los árbitros han encontrado la colaboración del Ayuntamiento de Castellón ya que el propio concejal de Deportes, Enric Porcar, acudió a la asamblea para mostrar su apoyo a este colectivo, además de ofrecerse para poner herramientas que permitan eliminar estas conductas incorrectas.   Y es que en las últimas semanas ha habido diversos partidos que se han visto protagonizados por la violencia; bien contra el árbitro o bien contra futbolistas, lo que ha provocado que algunos clubes inicien campañas en defensa de la deportividad.