Ramón apela al cambio de las bases realizado para afectar directamente a su persona como uno de los puntos para no realizarlo. Así, considera que “las bases son una burla a mi persona” y que se logra directamente que no pueda optar ningún músico de la propia banda. Por ello, ha presentado un contencioso-administrativo frente a este cambio de las bases.

 

Además, el todavía director de la Banda ha denunciado una campaña de acoso hacia su persona, al haber sufrido varios pinchazos a las ruedas de su vehículo así como recibir anónimos en su domicilio o las críticas desde redes sociales de un grupo de músicos cercanos a miembros del equipo de gobierno.

 

Ramón también ha denunciado una campaña de desprestigio contra la banda por parte del ayuntamiento de Castellón, lamentando que se han eliminado algunos de los proyectos que impulsó al frente de la misma como la composición de pasodobles en honor a las reinas de la Magdalena, la actuación en las galanías o el de villancicos en Navidad.

 

Este hecho ha llevado que en 3 años se haya perdido el 80 por ciento del público y que incluso en varias ocasiones se hayan realizado conciertos sin ningún espectador.

 

La situación con los miembros del consistorio además está casi rota, al lamentar que con el edil de Personal, Antonio Lorenzo, no se reúne desde 2015 y que con la de Cultura, Verónica Ruiz, la relación es inexistente y que además “está obsesionada con este tema”.

 

Además, ha presentado una querella contra ambos, siendo por prevaricación y acoso respectivamente. Y es que, según ha criticado, ambos tampoco han llegado a actuar ante el acoso que sufría contra su persona pese a saber de ello.

 

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Para finalizar, Ramón ha indicado que va a continuar en el cargo ya que sigue siendo un empleado del ayuntamiento y lamenta los problemas internos que tiene la banda, centrados en, según ha indicado, unas personas que “se creen impunes por ser amigos de los que mandan”.