Todas las instalaciones nucleares españolas funcionaron el pasado año correctamente y "de forma segura", según el Consejo de Seguridad Nuclear, que ha corroborado que las medidas que se aplicaron el pasado año aseguraron la protección radiológica de los trabajadores, de la población y del medio ambiente.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha remitido al Congreso de los Diputados y al Senado su informe anual correspondiente a 2017, que incide en que todas las instalaciones radiactivas funcionaron dentro de las normas de seguridad establecidas y en que no hubo "situaciones de riesgo indebido".

El informe de este organismo revela que durante el pasado año los titulares de las centrales nucleares españolas notificaron un total de 44 sucesos, aunque solo uno se clasificó como "nivel 1" en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) y el resto se clasificó como "nivel 0" (fuera de escala).

El CSN emitió cuatro apercibimientos en 2017; a la central nuclear de Ascó por incumplimiento de la Autorización de Explotación vigente en relación con la gestión y control de los residuos radiactivos; y a la central nuclear Trillo por incumplimiento de las Instrucciones relacionadas con modificaciones de diseño e inspección en servicio.

Apercibió también a la central nuclear Vandellós II por incumplimiento de la Instrucción sobre Protección contra incendios y a la central nuclear Santa María de Garoña por el incumplimiento de normas en el almacén de fuentes radiactivas.

Además, el CSN propuso abrir un expediente sancionador a la central nuclear Vandellós II por incumplir varias instrucciones técnicas.

En el informe que el organismo que vela por la seguridad nuclear ha enviado al Parlamento se señala que la calidad radiológica del medio ambiente en 2017 se mantuvo "dentro de la normalidad", tanto en el entorno de las instalaciones nucleares como en el resto del territorio nacional.

Además de las instalaciones nucleares, que operaron de forma "segura" en 2017, el informe señala que el funcionamiento de las instalaciones radiactivas con fines científicos, médicos, agrícolas, comerciales e industriales se desarrolló también dentro de las normas de seguridad establecidas y que se respetaron las medidas precisas para la protección radiológica de las personas y el medio ambiente.