Pasadas las doce y media del mediodía del sábado, José Luis Cabezuelo finalizaba el reto de Pablo, los 650 kilómetros en bicicleta sin parar desde Barcelona con el único fin de conseguir fondos para la lucha contra el cáncer infantil.
Fueron al final 51 horas y media sin descanso en las que Cabezuelo nunca se sintió solo, y mucho menos cuando llegó a la plaza de los depósitos del Sol en la que un millar de personas agardaban el final del reto, Entre ellas, el propio alcalde Manuel Serrano, el origen del reto, Pablo, hijo de José Luis y por supuesto su mujer Montse.