Lo que voy a relatar a continuación es rigurosamente cierto, por increíble que parezca, y hay pruebas documentales de ello. Cuando los servicios de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea comenzaron a preparar las propuestas para reformar la PAC que se aplica actualmente, “parieron” la idea del reverdecimiento de esta política. Y, dentro de ese reverdecimiento, se incluyó la rotación de cultivos, que está vigente ahora mismo. Pues bien, en esos papeles se proponía que la rotación debía afectar tanto a los cultivos anuales, por ejemplo los cereales, como a los permanentes, entre ellos, el olivar, la vid o los frutales.

¿Qué suponía esta medida que las cabezas pensantes de Bruselas parieron? Pues explicado de forma sencilla, que unos años había que arrancar parte de los olivos, los viñedos o los frutales y al año siguiente volverlos a plantar y, al otro, vuelta al arranque y así sucesivamente. Por increíble que parezca, esto se incluyó en los proyectos iniciales que se prepararon durante el año 2011 y esta aberración fue pasando filtros y filtros en Bruselas. En 2012, el entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, tuvo que invitar al comisario Dacian Ciolos a sobrevolar en helicóptero los olivares de las provincias de Córdoba y Jaén. Al bajar del aparato, Arias preguntó a Ciolos sobre la forma en la que pensaba aplicar la rotación de cultivos al sector del olivar, como ejemplo de los cultivos permanentes. Evidentemente, aquella majadería parida en los despachos de Bruselas y puesta negra sobre blanco, que se mantuvo en los documentos varios meses, saltó por los aires después de ese viaje y se quedó en un aborto.

¿Por qué cuento todo esto ahora? Pues, muy sencillo, porque esos burócratas de Bruselas, que viven en sus burbujas, alejados de la realidad, que cobran sueldos estratosféricos, que tienen un trato fiscal muy beneficioso y unas jubilaciones de marearse, están preparando ahora sus propuestas sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2021-27, incluido el dinero que habrá para financiar la PAC, y también sus propuestas para reformar, otra vez, esta última política. Y si ya perpetraron una vez semejante desatino, se puede repetir la situación. Si en 2011 la banda de eurócratas que se ha apoderado de la UE y la han puesto a su servicio y no al servicio de los intereses de los ciudadanos europeos, planteó una medida irrealizable, ahora existe el riesgo de que lo vuelvan a hacer. Y los miembros de esa banda, que no responden ante nadie, que se creen al margen de cualquier control, tienen nombre y apellidos que habrá que ir dando a conocer para que, por lo menos, se sientan vigilados. Incluidos los españoles.