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TOROS | Cornada para Posada de Maravillas

La zurda de Román, sana o lesionada

Comenzó la Feria de Fallas de Valencia y lo hizo con una destacada actuación del local Román. Cortó una oreja ante un gran novillo de Fuente Ymbro y cayó lesionado en su segundo. Posada de Maravillas fue herido en el gemelo en su primera faena.

Román con la oreja conquistada este sábado en la Feria de Fallas. EFE

Román con la oreja conquistada este sábado en la Feria de Fallas. EFE

cope.escope.es

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 26 may 2017

Valencia, sábado 9 de marzo de 2013. 1 de Fallas. Un tercio de plaza. Novillos de Fuente Ymbro, desiguales de presentación. Cómodos de cabeza. Destacó el bravo 3º, completo en todos los tercios. Exigente el 4º. Deslucidos y bajos de raza el resto. Antonio Puerta, saludos tras aviso, ovación y vuelta. Juan Leal, silencio y silencio. Román, oreja y ovación. Posada de Maravillas, ovación en el único que mató.                                            ----------------------------------------------------------------------------------------------------- Las lágrimas que brotaban de los ojos del joven Román y el gesto de rabia y dolor a partes iguales que denotaba su rostro quedarán en la memoria colectiva del primer festejo de la Feria de Fallas. Sin embargo, en la retina de los aficionados quedarán los pasajes que interpretó el valenciano en sus dos novillos con la mano izquierda. Porque si por algo destacó Román fue por cómo utilizó la mano zurda, tanto con ella en buen estado como ya lesionado después de sufrir la luxación en su hombro izquierdo. Un diamante en bruto que debe cuidar. El novillero valenciano cortó una oreja a su primero, un importantísimo ejemplar de Fuente Ymbro que derrochó bravura en todos los tercios. Se arrancó de lejos al caballo y se empleó en el peto. En el último tercio se desplazó con prontitud, largura y humillación por ambos pitones, con esa difícil mezcla de casta y nobleza. Román trenzó una faena con alguna irregularidad, sobre todo en temple. Le costó cogerle el aire al novillo de Ricardo Gallardo por el pitón derecho, pero cuando se echó la muleta a la izquierda, por ahí llegaron los mejores pasajes del trasteo, toreando con ligazón y profundidad. Se tiró volcándose sobre el morrillo dejando una estocada trasera que dio paso a la petición de un doble trofeo que el palco, con buen criterio, dejó en una oreja de peso y justa. Con la puerta grande entreabierta, Román salió a por todas en el séptimo, pero en los primeros compases de la faena fue volteado cayendo sobre el lomo del novillo. Salió del trance con el hombro izquierdo luxado y con visibles muestras de dolor. Pasó a la enfermería de donde salió para cuajar dos buenas tandas de naturales y una postrera de derechazos antes de que el hombro volviese a salirse de su lugar natural. Intentó estoquear al de Fuente Ymbro pero era misión imposible. Ahora, volvió a la enfermería para no salir más. Una verdadera pena. Quien también visitó a los galenos del coso valenciano fue Posada de Maravillas. Quien conmocionó por su actuación en Olivenza, pudo dejar detalles de ese toreo que impactó el pasado fin de semana. Su novillo, con movilidad y exigencia, le dejó apuntar detalles al natural, varios pases de pecho y un soberbio cambio de mano. Es verdad que faltó gobierno en varios pasajes de la faena, algo lógico en un novillero tan nuevo. Finalizando casi el trasteo, el novillo le caló en el muslo izquierdo. No pareció grave hasta que de su pantorrilla comenzó a brotar un escandaloso rio de sangre. Se quedó para matar al novillo de una certera estocada antes de partir rumbo de una enfermería de la que ya no pudo regresar. El resto del festejo tuvo escasa historia. Tan poca como el resto del encierro de Fuente Ymbro. Conjunto de escasa raza y deslucidos viajes que no ayudó ni a Antonio Puerta ni al francés Juan Leal. Puerta se fue a portagayola en su primero, un animal flojo que nunca humilló. Destacó siempre al dejar la muleta en la cara del novillo para ligar pero al conjunto le faltó unidad y limpieza. Fue volteado mientras interpretaba una serie de bernadinas, trance del que salió conmocionado. El quinto se rajó pronto y el murciano pudo demostrar oficio y firmeza, parecidas armas que mostró en el que cerró plaza y que mató en lugar de Posada. A éste le pasaportó de una estocada y, pese a la petición de sus paisanos, dio una vuelta al ruedo. El peor lote se lo llevó el novillero galo Juan Leal. Su primero soltó en demasía la cara y la faena nunca rompió. Se alargó sin mucho sentido y destacó, eso sí, a la hora de volcarse literalmente a matar. Suerte de la que salió trompicado aunque sin consecuencias. El séptimo no valió un duro y pese a la voluntad de Juan Leal  por sacar faena, el novillo dijo nones desde el principio de faena.

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