El alcalde de Vila-real, José Benlloch, remitirá una carta a la consellera de Medio Ambiente, Isabel Bonig, y al presidente de la Diputación, Javier Moliner, “para que asuman sus responsabilidades y sus competencias en un asunto de salud pública como es el de las plagas de mosquitos”. “Los mosquitos, lo hemos dicho muchas veces, no entienden de fronteras ni de términos municipales. Después de las recientes lluvias, estamos viendo que ya empiezan a aparecer los primeros insectos y las administraciones que pueden hacer algo para atajarlo siguen sin hacer nada”, lamenta Benlloch. “No podemos consentirlo y que nuestros vecinos vuelvan a vivir una situación como la que se produjo el verano pasado, porque ya no se trata sólo de que sea molesto; estamos hablando de un problema de salud pública”, agrega. “Esperamos que tomen de una vez cartas en el asunto, pero, si no lo hacen, no descartamos nada”, advierte el alcalde. Benlloch recuerda que el equipo de gobierno de Vila-real está haciendo “todo lo posible” para minimizar el problema. “Pero tampoco vamos a malgastar dinero público en acciones que no van a servir de nada si no se ejecutan de manera coordinada y supramunicipal y eso lo deben asumir la Diputación y la Conselleria, tal como ellos mismos se comprometieron”, agrega el alcalde. “Pero siguen sin pronunciarse y sin hacer nada. Entre ellos, el diputado de Cooperación entre los municipios, Héctor Folgado, que todavía no ha abierto la boca en este tema”, lamenta. Desde el ámbito local, el alcalde recuerda que el consistorio está actuando “donde los técnicos nos dicen que puede ser efectivo”, a través de una empresa especializada que está procediendo a fumigar imbornales y espacios públicos con agua estancada. Además, el departamento de Servicios Públicos está elaborando protocolos de colaboración para poder actuar también en fincas particulares y en una campaña de información y concienciación sobre la problemática de los mosquitos, con consejos para minimizar su presencia. “Estamos haciendo todo lo posible para minimizar el problema, pero el Ayuntamiento de manera aislada no puede hacerlo porque no es efectivo. Por eso, vamos a dirigirnos a la Generalitat y Diputación para reclamarles que cumplan con su obligación con los vila-realenses. Esperamos que, esta vez sí, lo hagan y con urgencia. De lo contrario, estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para que asuman sus responsabilidades, desde campañas de recogida de firmas o incluso no descartaríamos acudir a los tribunales, que es la única opción que nos están dejando en muchos casos”, concluye Benlloch.