La vida de las 24 monjas de Belén ha cambiado drásticamente desde que hace un año Cataluña devolvió a Aragón 51 piezas pertenecientes a este monumental monasterio del siglo XII.

ESCUCHA ENTREVISTA COMPLETA | Alejandra Salinas es directora de la Fundación De Clausura.

Silencio, soledad y oración continua es el carisma de estas hermanas y la puesta en marcha allí de un museo para exponer las obras recuperadas está alterando la vida monástica de Sigena casi ininterrumpida en 800 años. Ocuparse de su mantenimiento es una responsabilidad que les supone preocupaciones y también dinero. Les resta tiempo para lo esencial, para su vida monástica y de clausura.

La hermanas de Belén tienen cedido el uso del Monasterio para los próximos 60 años y están abiertas a un acuerdo respetuoso con su clausura. No quieren ser parte de ningún conflicto político ni de intereses particulares que han aflorado en los últimos años, inexistentes cuando hace tres décadas llegaron a este Monasterio entonces en ruinas.

También el Ayuntamiento de Villanueva de Sigena ve con buenos ojos una solución dialogada aunque como la plataforma quieren más horas de apertura, un futuro para el Monasterio sobre el que en la Dirección General de Aragón prefieren no pronunciarse hasta recuperar el patrimonio pendiente actualmente ubicado en el Museo de Lleida. Son 44 obras y el plazo expira a finales de este mes pero Cataluña se niega a devolverlas.