Víctor Claver es el primer valenciano en competir en la mejor liga de baloncesto del mundo. Ya está en casa disfrutando de unas mini vacaciones antes de regresar a Portland para disputar la Liga de verano y posteriormente, espera, estar con la Selección en el Eurobasket. Llega tras vivir un año emocionante en su estreno en la NBA. En Deportes COPE Valencia, nos cuenta el sueño americano.¿Cómo está tras su primer año en la NBA?Estoy muy feliz por este primer año, ha sido una gran experiencia y tengo ganas de que empiece la próxima temporada.¿Qué valoración haces de la campaña?He acabado contento. Más que por las estadísticas, por las sensaciones que he tenido. Al principio no sabía cómo iría todo e incluso en el arranque estuve varios partidos sin ir convocado, sentado con el traje detrás del banquillo. En la segunda parte de la temporada he disfrutado sintiéndome parte importante del equipo y es con lo que me quedo de cara al próximo año. El objetivo era adaptarme y es lo que he hecho. He acabado con una sensación agridulce de querer seguir jugando pero con ganas de volver a casa.¿Cómo vivió aquella etapa sin jugar?No era un drama. Sabía que requería un tiempo de adaptación y no era estar sin jugar. Entraba en las rotaciones, trabajaba con el grupo y no era un problema. Daba rabia el llegar a un sitio que habías soñado toda la vida y que al principio que no fuera lo que todo el mundo espera. Pero iba preparado y siempre pensé en positivo y con ganas cada día por ir a entrenar. Este año hemos sido cinco novatos, varios jóvenes y no era el único.Llegó a bajar al equipo ‘B’…Sí. Eso fue un poco decepcionante. No sabía de qué iba y fui a hablar con el General Manager y el entrenador y me lo explicaron. De la ignorancia de no saber dónde iba y para qué, a escuchar su explicación, me quedé tranquilo. Es una liga en la que hay jugadores para ganarse el contrato y los que van de la NBA como yo, es para ganarse minutos con el primer equipo. No era en la misma ciudad, estábamos a una hora de avión de Portland. Pero lo llevé bien.Tenemos entendido que por los aeropuertos se mueve bien…(Ríe) Es curioso… Allí lo que se hace es ir a una zona de vuelos privados a la que accedes con tu propio coche hasta la pista. Bordeas la terminal y aparcas a 50 metros del avión. Pasas un pequeño control con el detector de metales, te miran la mochila y te subes al avión. Es muy cómodo. Los jugadores vamos delante de dos en dos; luego los entrenadores con su mesa para trabajar y en la parte trasera la prensa y la afición. Vosotros podríais aparcar también allí, debajo del avión…¿Cómo llevaba lo de ir con el traje al pabellón?Al final no son tan exigentes. Empecé yendo con mi traje y mis zapatos… pero conforme avanzaba la temporada se iban dejando. Zapatillas de colores, sus vaqueros y un polito. Lo único obligado era llevar cuello de camisa.Qué tal tratan en Portland a los novatos.Los novatos son los novatos. Los que tienen que hacerlo todo. En Portland se han portado demasiado bien con nosotros. No sé si porque éramos muchos… Vi un reportaje con los rookies hace poco en televisión donde se las hacían pasar canutas a los jóvenes. En mi caso no lo he conocido y me alegro.¿Cuál es su mejor recuerdo en la NBA?Mi primer partido como titular en casa. Allí la presentación de los jugadores es maravillosa. Y salir de titular en el Rose Garden donde el ambiente es espectacular y dicen que es la mejor afición de la NBA es increíble. Es una sensación espectacular, única. Mi primer partido en el quinteto inicial fue contra Toronto, con Calderón en el banquillo. No lo olvidaré.¿Qué percepción tienen en EEUU de los españoles?Hay de todo. Se nota que hay gente que ha viajado y conoce la cultura española perfectamente. Y hay otros que piensan que Europa es todo lo mismo y hablamos un único idioma. Por ejemplo, es un orgullo cuando nos ponen vídeos de los rivales, hay españoles y los entrenadores hablan maravillas de ellos.