Se presenta hoy en España la Iniciativa Ciudadana Europea ‘Uno de nosotros’. Aprovechando el nuevo mecanismo de participación ciudadana del Tratado de Lisboa, los impulsores quieren recoger un millón de firmas en defensa del derecho a la vida en al menos 7 países de la Unión, apoyo que ha comenzado ya a recogerse a través de Internet. La reivindicación que se planteará al Parlamento Europeo es muy concreta: que la Comisión deje de financiar investigaciones que supongan la destrucción de vidas humanas. El objetivo parece modesto, pero varias causan justifican la estrategia. La Comisión Europea carece de competencias para impulsar una moratoria del aborto, pero sí puede escuchar a quienes exigen que deje de financiar actividades que chocan con los principios éticos básicos de millones de europeos. También es esencial avanzar en el respeto a la legalidad. El problema del desprecio a la vida no está sólo en leyes injustas sino en las continuas vulneraciones de la ley, casi siempre impunes. Es importante que la Comisión Europea acate la reciente sentencia del Tribunal de Derechos Humanos que da la razón a Green Peace, al aclarar que el embrión es un ser humano y no un objeto que pueda ser patentado con fin comercial. Desde una perspectiva cultural, ésa es justamente la reflexión que traslada a la opinión pública esta Iniciativa Ciudadana Europea. Lo que está en juego no es un puñado de células sino la vida de un ser humano, que desde el momento de la concepción es ya ‘Uno de nosotros’.