Este plan contempla, por ejemplo, vigilar a particulares que ceden viviendas a través de Internet, empresas que no cumplen con sus obligaciones fiscales, vigilar patrimonios ocultos en el extranjero o a contribuyentes con residencia fiscal en nuestro país, pero que se sirvan de instrumentos para eludir el pago de impuestos a la Hacienda española. Se perseguirá también la utilización de los programas informáticos llamados de doble uso. Lo explica el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Alberto García Valera: “no es defendible que determinados sujetos utilicen programas de facturación, reenumeren tickets o modifiquen los precios con el objeto de suprimir una parte de su facturación y escapar al control de Hacienda y con ello a la obligación de contribuir para el mejor bienestar de todos”. Desde el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda creen que la Agencia Tributaria no utiliza al máximo sus herramientas: reclaman que se movilice más personal para luchar contra la economía sumergida.